La tripulación del buque de investigación Nautilus logró captar un festín mortal en el fondo del mar. Mientras navegaban en el Santuario Marino Nacional de la Bahía de Monterrey encontraron el cadáver de una ballena a 3.200 metros de profundidad, que todavía era devorada por las criaturas marinas.
La ballena fue localizada cerca del monte submarino Davidson en el océano Pacífico, frente a la costa de California. Creen se trata de una ballena barbada “como lo indica la barba que queda a lo largo de las mandíbulas”. Además estiman que mida entre cuatro y cinco metros de largo.
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Sobre su data de muerte, los científicos creen que ocurrió hace cuatro meses porque aún tenía barcas, grasa y algunos órganos internos. Debido a cómo encontraron el esqueleto, los tripulantes del Nautilus afirman que murió acostada boca arriba.
La ballena en el ciclo de la vida
Los científicos marinos del Exploration Vessel Nautilus afirman que el hallazgo permite además observar “una interesante etapa intermedia de sucesión ecológica”. Debido a “que tanto los carroñeros grandes, como los pucheros de anguila, todavía están despojando el esqueleto de grasa, y los gusanos Osedax que comen huesos comienzan a consumir lípidos (grasas) de los huesos”.
También grabaron cangrejos, anguilas, langostas y pulpos de aguas profundas sumándose al festín. La muerte de una ballena adulta garantiza el alimento de las criaturas que viven en el fondo marino.
Sobre las hipótesis sobre las causas del fallecimiento de la ballena, los investigadores no descartan nada. Incluso evalúan si pudo haber sido golpeada por algún barco, aunque de primer momento no consiguieron signos de trauma.
Los científicos recolectaron muestras del esqueleto utilizando un vehículo sumergible, para así confirmar su especie y qué la mató.