Muchos quedaron indignados cuando, hace unos días, luego de la masacre en el residencial Ernesto Ramos Antonini, el comisionado de la Policía, Henry Escalera, manifestó que -a pesar de la percepción general- en Puerto Rico se había registrado una reducción en los asesinatos este año al compararse con las cifras a la misma fecha en 2018.
No obstante, no resulta extraño que jefes de las agencias a cargo de combatir la criminalidad destaquen cuando las estadísticas oficiales reflejan una merma en algún renglón delictivo. Año tras año, estos datos parecen ser la carta de presentación de los funcionarios a la hora de justificar su desempeño.
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El miércoles, el demógrafo Alexis Santos publicó en su blog un artículo en el que destaca cómo, a pesar de las reducciones interanuales de asesinatos registrados en términos absolutos, ese acercamiento al tema deja amplio margen para interpretaciones erróneas.
“La cantidad (de asesinatos) pudo haberse reducido, pero la población de Puerto Rico también se redujo. Lo que resulta del análisis es que todo se ha mantenido en una relativa estabilidad en términos de los indicadores poblacionales desde 2015 en adelante. La tasa no se ha reducido”, puntualizó el especialista.
Según los datos que presenta Santos en su artículo, en 2015 el índice de asesinatos por cada 100,000 personas fue de 18, la cifra más baja en el periodo analizado, de 2008 a 2018. En los tres años posteriores, sin embargo, la tasa no ha bajado de 20 asesinatos por cada 100,000 habitantes.
Ese desfase entre el discurso oficial y los datos es uno que refleja el retraso tecnológico de entidades como la Policía, sostuvo el también demógrafo Raúl Figueroa.
“Ellos básicamente toman los números y los comparan con el año anterior, pero eso no te dice mucho. Con tasas puedes hacer una comparación mucho más certera. Yo iría más allá y ajustaría esas tasas por edad y sexo, porque quienes principalmente cometen y son víctimas de asesinato son hombres jóvenes. Así puedes hacer una mejor comparación a través del tiempo o comparar con otras áreas geográficas”, detalló Figueroa.
“Tienen que contratar estadísticos, actualizar los sistemas de información pública, proveer más detalles en la página web y actualizar con más frecuencia la parte geográfica”, indicó el demógrafo como metas a mediano plazo que debería trazar la Uniformada.
