TOKIO (AP) — Tokio y sus alrededores se preparan para la llegada de un poderoso tifón, que se ha pronosticado como el peor en seis décadas.
Las calles y estaciones de trenes están inusualmente silenciosas mientras la lluvia cae sobre la ciudad. Los estantes de las tiendas están vacíos después de que los habitantes se abastecieron de agua y alimentos. En las playas cercanas no se ve un solo surfista, sólo olas imponentes.
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Se prevé que el tifón Hagibis arroje hasta 80 centímetros (30 pulgadas) de lluvia en el área metropolitana de Tokio, incluida Chiba, al norte, que sufrió cortes de energía y daños por el tifón del mes pasado.
Los partidos de la Copa Mundial de Rugby, los conciertos y otros eventos se cancelaron. Las operaciones aeroportuarias han sido suspendidas, así como las corridas de trenes.
Las autoridades emitieron advertencias a principios de esta semana, en las que incluso instaron a las personas a permanecer en interiores.