Fuerzas de seguridad iraquíes que dispararon contra manifestantes en el quinto día de protestas contra el gobierno en Bagdad y dos ciudades del sur el sábado mataron al menos a nueve personas e hirieron a 39, dijeron las autoridades.
Los choques se produjeron luego que las autoridades levantaron en la capital un toque de queda que buscaba controlar los disturbios, desatados por la furia popular sobre la falta de empleos y la corrupción endémica en el país.
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La violencia elevó a 72 el número de muertos en cinco días de protestas, en una profundización de la crisis política del país. La Alta Comisión de Derechos Humanos de Irak, un organismo semioficial afiliado con el parlamento, colocó la cifra de muertos en 94. Dijo que casi 4.000 personas han sido heridas desde el martes.
Las protestas son el reto más serio para Irak desde la derrota del Estados Islámico hace dos años.
Los manifestantes habían desafiado el toque de queda, que fue impuesto el jueves. La violencia más intensa en Bagdad ocurrió el viernes, cuando 22 personas murieron. Funcionarios de salud dijeron que muchas de las víctimas tenían heridas en el pecho y la cabeza.
Luego del levantamiento del toque de queda a las 5 de la mañana, los negocios y el tráfico se reanudaron en la mayor parte de la capital. Pero para la tarde, decenas de manifestantes comenzaron a congregarse en las calles alrededor de la céntrica Plaza Tahrir, que seguía cerrada al tráfico vehicular, mientras que vehículos blindados y soldados sellaban los accesos. Fuerzas especiales y el ejército fueron desplegados alrededor de la plaza a un radio de 2 kilómetros.
La seguridad era intensa en la capital, pero las protestas en el centro de Bagdad estaban concentradas en unas pocas calles cerca de la plaza.
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Funcionarios de salud y de seguridad dijeron que cuatro personas murieron cuando las tropas dispararon contra manifestantes congregados en una calle cerca de la plaza Tahrir. Las fuerzas de seguridad dispararon y usaron gas lacrimógeno para forzar a retirarse a centenares de manifestantes. En su nueva localidad, al menos otros tres manifestantes murieron en la balacera.
Otros cuatro resultaron heridos, de acuerdo con los funcionarios, que hablaron a condición de preservar el anonimato. El área fue el sitio de la violencia del viernes.
En el barrio de Zaafaraniyeh, hacia el sur, otro manifestante murió y 13 resultaron heridos, dijeron policías y funcionarios de salud.
Miles de manifestantes salieron a las calles en las ciudades sureñas de Nasiriyah y Diwaniyah, desafiando el toque de queda aún en vigor allí, de acuerdo con funcionarios iraquíes y miembros de la comisión de derechos humanos.
En Diwaniyah, al menos un manifestante murió cuando la protesta marchaba hacia las oficinas del gobierno municipal, dijo un funcionario médico y uno de derechos humanos, sin dar detalles.
En Nasiriyah, manifestantes incendiaron las oficinas de tres partidos políticos y de un legislador. Las fuerzas de seguridad respondieron con disparos, pero no hubo reportes inmediatos de víctimas. Los funcionarios dijeron que la protesta era “muy grande”.
Los políticos iraquíes han tratado apresuradamente de contener las protestas, llamando a reuniones con representantes de los manifestantes y arreglando una reunión en el parlamento para discutir las demandas.
Pero las medidas no han sido suficientes para calmar la furia popular, aumentada por la muerte de manifestantes.
Las protestas espontáneas comenzaron cuando manifestantes mayormente jóvenes salieron a las calles en demanda de empleos, mejoras en los servicios de electricidad y agua y el fin de la corrupción.
Las fuerzas de seguridad habían abierto fuego directamente contra cientos de manifestantes en el centro de Bagdad el viernes, pese a llamados del máximo clérigo chií del país de que pare la violencia “antes que sea demasiado tarde”.
“Vamos a seguir, no daremos marcha atrás”, aseguró Abbas Najm, un ingeniero desempleado de 43 años que participó en una pequeña marcha el sábado. “Han sido 16 años de corrupción e injusticia. No le tememos a las balas ni a que mueran los mártires”.