HONG KONG — La policía de Hong Kong baleó a quemarropa a un manifestante que quedó tendido en el suelo, sangrando y gritando de dolor, en una escalada brutal de las manifestaciones contra el gobierno en el territorio semiautónomo chino el martes. Decenas de miles protagonizaron una jornada de furia mientras los dirigentes comunistas en Beijing festejaban los 70 años en el poder.
Un agente abrió fuego con su revólver sobre el manifestante, dijo un funcionario que habló con la Associated Press bajo la condición de anonimato por no estar autorizado a dar información. Si bien la policía ha disparado al aire en manifestaciones anteriores, que se sepa es la primera vez que un manifestante resulta herido.
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Un video del incidente difundido rápidamente en redes sociales parecía mostrar al agente cuando abría fuego momentos antes de que un manifestante le golpeara el brazo con un bastón.
El video rodado por el Sindicato Estudiantil de la Universidad de la Ciudad mostró a una decena de manifestantes vestidos de negro que arrojaban objetos a la policía antimotines y tomó en primer plano al agente que apuntó con su revólver y disparó al manifestante, quien cayó en el pavimento, sangrado de una herida bajo el hombro izquierdo.
Cuando otro manifestante corrió a socorrer al herido, un agente lo derribo, pero en ese momento una bomba incendiaria estalló en llamas en medio de los policías.
El diario South China Morning Post informó que el herido, un estudiante de 17 años, fue operado en un hospital.
Fue una escalada drástica de la violencia en una ciudad que ya ha presenciado fuertes choques entre los manifestantes por la democracia y la policía.
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La policía lanzó andanadas de gases lacrimógenos en al menos seis lugares y utilizó cañones hidrantes en la zona comercial donde las calles se convirtieron en campos de batalla al festejarse el aniversario del régimen comunista instaurado el 1 de octubre de 1949.
Las fuertes medidas de seguridad para impedir actos de violencia que incomodaran al presidente chino Xi Jinping no lograron detener una marcha masiva en el centro de la ciudad y otros actos de protesta.
Los organizadores dijeron que al menos 100.000 personas marcharon por una importante avenida desafiando una prohibición policial y coreando lemas contra China. Algunos llevaban banderas chinas tachadas con una cruz negra. La policía no dio una estimación de asistencia.
“Nos están apretando el cuello para que no respiremos el aire de la libertad”, dijo King Chan, ama de casa de 57 años y que salió a protestar con su esposo.
Muchos asistentes lanzaron al aire fajos de falsos billetes que suelen utilizarse en funerales. “Esto es para los líderes que no escuchan nuestra voz”, dijo uno de los activistas, Ray Luk.
Las protestas comenzaron a principios de junio por una reforma de la ley de extradiciones ya abandonada, que según los inconformes reflejaba la erosión de los derechos y libertades en el territorio semiautónomo chino. Desde entonces, el movimiento ha ido creciendo hasta convertirse en una campaña contra el gobierno chino.
Ante una estricta operación policial, miles de personas participaron en choques con la policía en varias protestas en la ciudad.
La policía usó gas lacrimógeno para dispersar a cientos de manifestantes en las zonas de Wong Tai Sin, Sha Tin, Tsuen Wan y Tuen Mun, mientras los asistentes lanzaban bombas incendiarias, ladrillos y otros objetos hacia los agentes. El gas lacrimógeno apenas disuadió a los manifestantes, que utilizaron paraguas como escudos y lanzaron las latas de gas de vuelta a la policía. La policía dijo que los inconformes utilizaron un líquido corrosivo en Tuen Mun que hirió a agentes y a varios periodistas.
En Wong Tai Sin, una bomba incendiaria que lanzaron los manifestantes estalló junto a varias motocicletas estacionadas a un lado de la calle, provocando un gran incendio que fue sofocado por los bomberos. Algunos manifestantes colocaron una manguera de emergencia en una estación de metro para intentar inundarla.
“Hoy hemos salido para decir al Partido Comunista que Hong Kong no tiene nada que celebrar”, dijo el activista Lee Cheuk-yan, que lideraba la marcha. “Estamos llorando porque en 70 años de gobierno del Partido Comunista, se han negado los derechos democráticos de la gente en Hong Kong y en China. Seguiremos luchando”.
Vestido con camiseta negra y tejanos oscuros, Bob Wong, de 40 años, dijo que su ropa expresaba el “duelo” por “la muerte del futuro de Hong Kong”.
El popular foro en internet LIHKG que utilizan los manifestantes era inaccesible desde celulares, se cree que en un intento de impedir que se comunicaran entre sí. Casi dos docenas de estaciones de metro cerraron y decenas de policías montaban guardia ante oficinas del gobierno.
Por la mañana, mientras el gobierno de la ciudad conmemoraba el Día Nacional en una ceremonia solemne, la policía utilizó gas pimienta para dispersar un enfrentamiento el martes entre simpatizantes de Beijing y un pequeño grupo de manifestantes prodemocráticos. La policía separó a los grupos, pero se produjeron algunas escaramuzas. Dos manifestantes proBeijing fueron detenidos.
El Secretario Jefe de la Administración de Hong Kong Matthew Cheung dijo a cientos de invitados a una recepción que la ciudad ha quedado “irreconocible” debido a las acciones radicales de los manifestantes. Cheung acudió en representación de la líder Carrie Lam, quien encabezó una delegación que viajó a Beijing para las festividades.