Las políticas en contra de los inmigrantes en EEUU se han vuelto mucho más duras desde que asumió el presidente Donald Trump, pero en todos lados no es igual ya que en la ciudad de Nueva York comenzó a regir una ordenanza que castiga la discriminación verbal en contra de los extranjeros cuyos papeles no están en orden.
La Comisión de Derechos Humanos de la ciudad impuso una medida que penaliza la discriminación basada en la condición migratoria de las personas. Se trata de una multa de hasta 250 mil dólares para todos los que le digan a alguien “inmigrante ilegal”.
Las autoridades explicaron que puede tener connotaciones negativas cuando se usa con la intención de degradar, humillar o acosar a una persona.
“Es ilegal que el empleador, los compañeros de trabajo o el proveedor de vivienda de una persona, como los propietarios, utilicen términos despectivos u ofensivos para intimidar, humillar o degradar a las personas, incluso mediante el uso del término extranjero ilegal, en el que su uso tiene por objeto degradar, humillar u ofender a otra persona”, dice la norma.
Bitta Mostofi, comisionada de la Alcaldía y Asuntos de Inmigrantes, declaró que “estamos orgullosos de haber trabajado con la Comisión de Derechos Humanos de Nueva York para producir y publicar esta importante pauta mientras combatimos la retórica del gobierno federal de miedo y las políticas xenófobas que han amenazado la salud y el bienestar de las comunidades inmigrantes”.
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El Departamento de Seguridad Nacional define “extranjero a cualquier persona que no sea ciudadana o nacional de EEUU”.
En una directiva de 29 páginas, la comisión describió las formas en que la discriminación puede basarse en el “estatus de enajenación y ciudadanía y origen nacional real o percibido de alguien”.