ATLANTA – Jimmy Carter festejó el martes sus 95 años, el primer expresidente estadounidense que alcanza esa edad, mientras continúa su obra humanitaria y ocasionalmente participa de actividades o debates políticos casi cuatro décadas después de finalizar su mandato.
Carter, quien fue presidente de 1977 a 1981 y aún vive en la pequeña localidad de Plains, Georgia, no preveía realizar un festejo público el martes.
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El 39no presidente, nacido en 1924 y criado durante la Gran Depresión, ha reducido su actividad en los últimos años. Reconoció hace poco que le resulta difícil caminar desde que tuvo una operación de la cadera en mayo. Pero permanece activo en el centro que fundó después de su presidencia con su esposa Rosalynn Carter en 1982, cuya sede está en Atlanta. Enseña en la escuela dominical de la Iglesia Bautista Maranatha en Plains. Los Carter planean viajar en los próximos días a Nashville, Tennessee, donde ayudarán a construir viviendas para Habitat for Humanity.
Carter sobrevivió a un diagnóstico grave de cáncer en 2015 y este año pasó a ser el presidente estadounidense más longevo de la historia, al superar a George H.W. Bush, quien murió en 2018. Rosalynn Carter, a sus 92 años, es una de las primeras damas más longevas. La pareja lleva 73 años de casados.
En actividades públicas recientes, el ex presidente aún parece un hombre empeñado en dejar un legado al criticar el gasto militar estadounidense y la guerra, fustigar la proliferación del dinero en la política y exhortar a tomar medidas contra la crisis climática. Le enorgullece el hecho de que Estados Unidos no tuvo participación en guerras extranjeras bajo su mandato.
“Solo quiero que el mundo entero esté en paz”, dijo en septiembre al presentar su informe anual al Centro Carter.