NACIONES UNIDAS (AP) — El presidente Donald Trump se presentó ante la Asamblea General de la ONU el martes y rechazó en su discurso el “globalismo” y las políticas liberales de inmigración, y exhortó al mundo a tomar medidas en contra de la “sed de sangre” de Irán.
Trump atacó a China, Venezuela y a lo que llamó una “creciente industria doméstica” de activistas radicales que intentan impulsar las fronteras abiertas que ponen en peligro la seguridad y la soberanía nacional. Más tarde, durante una reunión con el primer ministro británico Boris Johnson evadió las preguntas de los reporteros sobre su intento para presionar al presidente de Ucrania para que investigara a la familia de su rival político Joe Biden.
PUBLICIDAD
En su discurso ante a la Asamblea General, Trump arremetió contra la Organización Mundial del Comercio por darle a China un trato preferencial que dijo no se merecía. Atacó al socialismo por llevar a la ruina a Venezuela. Pero se reservó buena parte de su molestia para Irán, al que describió como “una de las mayores amenazas” para el planeta.
“No sólo Irán es el promotor más grande del terrorismo, sino que los líderes de Irán están avivando guerras trágicas tanto en Siria como en Yemen”, comentó Trump ante los líderes mundiales. “Todos los países tienen el deber de actuar. Ningún gobierno que sea responsable debería subsidiar la sed de sangre de Irán”.
La dura política del gobierno de Trump en torno a Irán recibió el lunes el respaldo de Gran Bretaña, Francia y Alemania, que responsabilizaron a los iraníes del ataque contra unas instalaciones petroleras de Arabia Saudí ocurrido hace unas semanas y dijeron que ya era hora de negociar un nuevo tratado con Teherán para reemplazar el histórico acuerdo nuclear de 2015, del cual Trump retiró a Estados Unidos el año pasado.
Las autoridades estadounidenses dijeron que esperan que la nueva postura europea dé pie a una oposición contra Irán y provoque una campaña de “máxima presión” que el gobierno ha llevado a cabo al aumentar las sanciones contra la república islámica.
Ha habido especulaciones, avivadas por el mismo Trump, de que podría reunirse en Nueva York con el presidente iraní Hassan Rouhani, pero funcionarios dijeron que era poco probable, sobre todo después del comunicado conjunto de Gran Bretaña, Francia y Alemania.
Sin embargo, Trump planteó la posibilidad de un avance diplomático cuando dijo: “Estados Unidos nunca ha creído en enemigos permanentes. Queremos socios, no adversarios”.