FAJARDO — Los alcaldes de Luquillo, Fajardo y Río Grande están listos, pero en alerta ante lo que traiga la tormenta tropical Karen. Jesús “Jerry” Márquez, Aníbal Meléndez y Ángel “Boris” González coincidieron en esa sentencia, pero dejaron claro que hay unos asuntos pendientes que requieren de atención inmediata.
En el caso de Luquillo, Márquez indicó que temprano en la mañana continuaron las labores de recogido de escombros para evitar inundaciones en las vías transitables. También sostuvo que lo más preocupante con este fenómeno es la cantidad de agua que pueda caer.
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“Estamos bien, pero atentos a este sistema, porque no se puede escatimar con esto. Ya comenzamos a hacerle el llamado a la ciudadanía para que se mueva a lugares seguros, al refugio que hemos habilitado en la escuela superior Isidro A. Sánchez. Lo más que nos preocupa es el agua que nos pueda dejar Karen”, indicó el alcalde.
De acuerdo con Márquez, Luquillo es un municipio donde el 70% de la población vive en zonas altas, por lo que le preocupa el sistema de bombeo que hace posible la distribución.
“Si nos fallara el servicio de energía eléctrica tendríamos un problema. Nosotros ya nos comunicamos e indicamos nuestro caso, que dependeríamos de generadores. Serían un total de 12 en caso de que falle todo, siete bombas y cinco alternos para completar la distribución”, aseguró el alcalde, quien indicó, además, que el CDT de la Capital del Sol también brindará servicios en caso de alguna emergencia.
A las 11:30 de la mañana en Luquillo apenas había caído un chubasquito. En Fajardo, mientras tanto, el cielo ya estaba parcialmente gris cuando el reloj marcaba el mediodía y los informes del tiempo parecían estar a punto de apuntarse una con el pronóstico de los inminentes aguaceros en la región.
Meléndez, por su parte, informó que el municipio se encontraba promoviendo el desalojo voluntario en las zonas vulnerables y que desde ayer a las seis de la tarde estaba disponible la escuela elemental Berta Zalduondo, como refugio primario.
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“Estamos en espera de que caiga algo. Por el momento estamos llevando el mensaje en las zonas susceptibles para evitar. Tenemos el coliseo Tomás Dones como un refugio intermedio del Departamento de Salud, para atender a las personas encamadas o que necesiten algún tipo de asistencia médica particular, con servicios electrónicos”, dijo.
El primer mandatario de Fajardo añadió que hasta mediodía no habían refugiados y que su mayor preocupación es completar las labores de asistencia en las residencias.
“Ahora mismo el dolor de cabeza son los toldos. Nos afecta el asunto de los títulos de propiedad para atender ese asunto”, puntualizó.
Finalmente, en el caso de Río Grande el panorama durante la mañana, según Boris González, era tranquilo. Aunque sí hacía falta una mano amiga del Departamento de Recursos Naturales.
“Hemos movilizado dos personas encamadas al CDT. Y necesitamos la ayuda de Recursos Naturales para limpiar una quebrada que conecta con el río Espíritu Santo. Necesitamos una escaladora para áreas no estables que nos permita limpiar esa quebrada lo antes posible y ayudar a la gente de la urbanización Los Árboles y Coco Beach. Nuestra maquinaria no es suficiente”, destacó.
El municipio de Río Grande habilitó un refugio en la escuela Liberata Iraldo, en la calle Main de la urbanización Alturas de Río Grande.
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