El presidente Donald Trump rara vez pierde una oportunidad para atacar a California, un estado que se inclina electoralmente a la izquierda, pero ahora está más que dispuesto a recaudar fondos para su reelección, en una gira relámpago de almuerzo-cena-desayuno-almuerzo en la que espera obtener 15 millones de dólares de donantes republicanos adinerados.
“No hay un presidente en la historia reciente que sea tan impopular en el estado de California como Trump”, dijo Mike Madrid, un consultor político republicano y crítico desembozado del presidente. “Pero nuestro dinero es igual al de todos”.
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Trump inició su gira de recaudación de fondos el martes con un almuerzo de 3 millones de dólares en la zona de San Francisco, seguido por una cena de 5 millones de dólares en la casa de Beverly Hills del empresario inmobiliario Geoffrey Palmer. Reunirá otros 7 millones el miércoles con un desayuno en Los Ángeles y un almuerzo en San Diego, para visitar finalmente un tramo del muro en la frontera con México.
Un centenar de manifestantes se congregaron en una ruta a un kilómetros y medio (alrededor de una milla) de donde Trump se encontraba almorzando en Portola Valley. Algunos portaban globos gigantes que mostraban a Trump como bebé o como un pollo.
Harmeet Dhillon, miembro por California del Comité Nacional Republicano, dijo que unos 400 invitados asistieron al evento en el hogar de Scott McNealy, un fundador de Sun Microsystems, donde el presidente habló durante 45 minutos y respondió preguntas de la gente.