Las mejores permanentes necesarias en las escuelas públicas del país afectadas por la devastación del huracán María tendrán una larga espera antes de ver concretadas esas reparaciones.
El secretario de Educación, Eligio Hernández Pérez, aseguró que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA) le adjudicó a la agencia $10,000 millones para los fondos categoría E de mejoras permanentes, que incluyen reparaciones de techos, reconstrucción de paredes, cambio de ventanas y electricidad, entre otros.
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“Esas mejoras permanentes, el plan de FEMA es a ocho años, después de haber agotado los fondos categoría B (mejoras salud y seguridad)”, detalló el funcionario. Los fondos categoría B, cuyos trabajos continúan, suman $389 millones.
Aunque todas las escuelas del país se espera que reciban fondos —pues todas sufrieron daños—, el secretario reveló que las asignaciones están prácticamente detenidas por el proceso de FEMA, al igual que les ocurre a otras dependencias y municipios.
“Desafortunadamente, el flujo de apoyo para que esto pueda concretarse en una mayor brevedad posible ha sido —y le pueden preguntar a los señores y señoras alcaldesas—, que ha sido extremadamente lento”, sostuvo Hernández Pérez en un encuentro con medios de prensa.
Algunos planteles han tenido que abrir sin haberse completado todas las reparaciones debido a las particularidades de sus comunidades; por ejemplo, el caso de la escuela Manuel Elzaburu, en Cantera, que reabrió el pasado viernes luego de casi dos años.
Otras escuelas tampoco sobrevivirán. El Departamento tiene cerca de tres que deberá demoler, ya que los daños fueron tan graves que los arreglos saldrían más costosos que hacerlas nuevas. Una de ellas es Berwind Intermedia, que no tiene fecha de reapertura.
Otra escuela que permanece cerrada tras el huracán es la Juan Antonio Corretjer en Cupey Alto, que se espera abra en octubre. La tardanza allí fue porque encontraron asbesto expuesto y varias agencias intervinieron para manejar la situación.