RÍO DE JANEIRO (AP) — Un incendio que arrasó un hospital en Río de Janeiro obligó a sacar a los enfermos a la calle en camillas o sillas de ruedas y provocó al menos 11 muertes, muchos de ellos ancianos, informaron las autoridades el viernes.
Cuatro bomberos fueron hospitalizados luego de combatir las llamas durante la noche en el Hospital Badim y unos 90 enfermos fueron trasladados a otros hospitales, según el departamento de bomberos. Una cuerda hecha de sábanas y utilizada para intentar escapar del fuego todavía colgaba de una ventana del piso superior del hospital el viernes.
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La mayoría de las víctimas murieron por asfixia cuando el humo llenó las salas y algunas murieron cuando el equipo de soporte vital dejó de funcionar por el fuego, informó Gabriela Graça, directora del Instituto Estatal de Medicina Forense.
Carlos Outerelo, de 60 años, estaba visitando a su madre enferma cuando el fuego comenzó el jueves por la noche. Berta Gonçalves Berreiros Sousa, de 93 años, estaba entre los muertos.
“Nos dijeron que nos quedáramos encerrados en las habitaciones para que no entrara el humo, y que estaba bajo control, pero en realidad no estaba bajo control”, dijo Outerelo fuera de la morgue donde fue llevado el cuerpo de su madre.
“El humo comenzó a salir de los conductos del aire acondicionado y se volvió negro y era difícil ver”, dijo Outerelo. “Fue horrible”.
Cuando llegaron los bomberos, comenzaron a evacuar a la gente, pero fue más difícil trasladar a los pacientes que estaban conectados al equipo médico, según informes.
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La portavoz de la policía, Camila Donato, dijo que los detectives recibieron autorización de los bomberos para entrar al hospital el viernes por la mañana e investigar las causas del fuego.
La televisión mostró al personal médico que atendía a pacientes en la calle, algunos en sillas de ruedas y otros tendidos sobre colchones y mantas en el suelo, antes de ser transferidos a sitios seguros. Entre los rescatados había ancianos y pacientes en cuidados intensivos.
Empleados con tapabocas sacaron equipos médicos a la calle mientras brotaban nubes de humo debido al incendio. En medio del caos, familiares angustiados buscaban a sus seres queridos, sin saber si habían perecido en el incendio o se encontraban en otras instalaciones.
El alcalde de Río, Marcelo Crivella, dijo que 11 personas murieron. Visitó el hospital el viernes por la mañana y declaró tres días de luto.
Un trabajador social y otros empleados del Hospital Badim estaban ayudando a los familiares de los pacientes, dijo el viernes el hospital.
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