Con el propósito de investigar las disparidades de la transmisión del VIH-1 de hombres a mujeres, un grupo de científicos del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico y del Instituto Wistar en Philadelphia, llevaron a cabo una investigación en la que han descubierto que la exposición sostenida al semen en las mujeres puede actuar para cambiar el tejido vaginal y las células, reduciendo la susceptibilidad a una infección futura, aunque no la impide, trascendió el viernes.
El proyecto, publicado en la revista Nature Communications, fue codirigido por el doctor Edmundo Kraiselburd, profesor y Catedrático del Departamento de Microbiología de la Escuela de Medicina del RCM y coordinado por la doctora Melween Martínez, también catedrática del RCM.
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“Previos estudios observaron que la continua actividad sexual de un grupo de trabajadoras sexuales resultó en una mayor resistencia a la infección por el VIH. Este estudio abordó directamente a comprobar si el semen pudiera ser un factor de resistencia. En esta publicación científica demostramos que la exposición continua al semen induce la producción de interferón y de células reguladoras en la mucosa cervicovaginal. Estos factores, a su vez, modifican el microambiente del tracto de reproducción femenino y promueven resistencia a la infección del virus de SIDA. Estos hallazgos añaden datos importantes a nuestro conocimiento de factores que modulan la infectividad del virus de SIDA en el ser humano. También tienen relevancia en estudios clínicos que se realizan con el objetivo de prevenir la infección con el VIH”, explicó el doctor Kraiselburd, quien codirigió el Proyecto en comunicación escrita.
El proyecto de investigación del Centro Regional de Primates del Caribe también proporciona una explicación potencial de por qué un pequeño número de trabajadoras sexuales en todo el mundo continúan dando resultados negativos para la infección a pesar de la actividad sexual continua de alto riesgo.
“Si bien la infección por VIH ha estado con nosotros durante más de 30 años, este es el primer estudio que describe cómo la exposición al semen con el tiempo puede provocar cambios locales en los tejidos que limitan la infección por VIH en humanos. Además de definir un nuevo factor que pueda regular la transmisión del VIH, este hallazgo inesperado también afecta directamente el diseño de todos los futuros estudios de vacuna contra el VIH que comúnmente reclutan trabajadoras sexuales. Actualmente, se supone que el sexo sin condón solo promueve la probabilidad de infección. Nuestra observación, sin embargo, plantea la hipótesis de que la exposición frecuente al semen puede potencialmente reducir la transmisión del VIH”, expuso el doctor Montaner, autor principal del estudio.
Los animales expuestos al semen mostraron una disminución del 42 por ciento en el riesgo de infección. Los científicos analizaron marcadores específicos de activación inmune en el microambiente cervicovaginal y en el torrente sanguíneo.
Cabe señalar que, los animales tratados con semen que no se infectaron después de la exposición a una baja cantidad viral se infectaron cuando posteriormente se les desafió con altas dosis de virus, lo que confirma que todavía eran susceptibles a la infección y que la exposición repetida al semen proporciona solo protección parcial y no bloquea la infección por VIH.
“Es importante destacar que mostramos que la exposición al semen puede promover la resistencia del huésped, pero no protege contra la infección. Por lo tanto, nuestros datos no cambian el hecho de que los métodos de prevención, como el uso del condón y la PrEP (profilaxis previa a la exposición) siguen siendo nuestras mejores estrategias para prevenir la infección”, concluyó el doctor Montaner.