CIUDAD DE MÉXICO — Al menos 25 personas murieron y otra docena resultaron heridas en un ataque a un bar en la ciudad costera de Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz, en uno de los peores ataques indiscriminados cometidos en México en los últimos años.
“Llegaron los delincuentes, cerraron las puertas de salida, de emergencia, e incendiaron el lugar”, explicó el presidente Andrés Manuel López Obrador el miércoles en su conferencia de prensa matutina.
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El suceso tuvo lugar casi a la medianoche del martes en el Bar Caballo Blanco, un local situado cerca de una transitada calle comercial en Coatzacoalcos donde se ofrecía “calidad, seguridad y servicio”, habitaciones privadas a 7,5 dólares “toda la noche”, “chicas sexy” y concurso de baile erótico.
Las primeras fotografías del ataque que mostraban mesas y sillas tiradas, aparentemente cuando la gente intentaba huir, junto a cuerpos de mujeres medio desnudas, recuerdan el ataque de 2011 a un casino de Monterrey, en el norte del país, a manos del cartel de Los Zetas en represalia por no pagar la extorsión exigida por los criminales.
En esta ocasión las autoridades no han informado las posibles causas del ataque ni qué grupo podría ser el responsable pero Raúl Ojeda, un empresario y activista de Coatzacoalcos, un ciudad que vive del petróleo y las refinerías, indicó que también podría estar ligado a una extorsión de grupos criminales.
Los Zetas, ahora divididos, han tenido una presencia activa en Coatzacoalcos pero el Cartel Jalisco Nueva Generación también está muy presente en este estado.
Es “lamentable que la delincuencia organizada actúe de esta manera, es lo más inhumano que puede haber”, dijo López Obrador. Pero sus palabras fueron más allá al sugerir la complicidad oficial.
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“También es condenable que exista contubernio con autoridades”, subrayó. “Lo mínimo que tenemos que hacer es separar tajantemente a la autoridad de la delincuencia, porque si no, no avanzamos”.
López Obrador indicó que la fiscalía estatal debería ser investigada por el suceso porque “los posibles responsables ya habían sido detenidos y los dejaron en libertad”. Además pidió a la fiscalía federal que se encargue de las pesquisas.
El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, identificó al jefe de los atacantes como Ricardo “N”, porque las autoridades no pueden dar nombres completos de presuntos criminales para no afectar el proceso. Según dijo, a esta persona se la conoce con el alias de “La loca”. García señaló que el hombre había sido detenido por la marina en julio y que fue liberado después de que fue presentado ante la fiscalía.
“En Veracruz no se toleran ya a los grupos delictivos”, escribió en Twitter, añadiendo que la policía, las fuerzas armadas y la recién formada Guardia Nacional buscaban a los agresores.
Pero la violencia continúa igual que las extorsiones a negocios, indicó Ojeda. “Lo más probable es el no pago de derecho de piso, con eso han venido amedrentando a todos los negocios y los que no pagan, cierran o se atienen a las consecuencias”.
La fiscalía habló en un principio de 23 muertos, ocho mujeres y 13 hombres, y de 13 heridos; pero el presidente elevó la cifra a 25 fallecidos sin especificar el género de quienes perdieron la vida ni el estado de los heridos.
El incidente se produjo casi ocho años después del incendio en el casino de Monterrey en el que murieron 52 personas. El cártel de los Zetas perpetró ese ataque en 2011 para hacer cumplir las demandas por pagos de protección.
En Veracruz la violencia del crimen organizado es muy alta desde hace años y fue uno de los primeros estados donde el presidente López Obrador desplegó su nuevo cuerpo de seguridad, la Guardia Nacional, después de que en abril fueran asesinadas 13 personas, entre ellas un menor, cuando un comando irrumpió en una fiesta familiar en el municipio de Minatitlán, a 20 kilómetros de Coatzacoalcos.
Más recientemente, a principios de agosto, fueron encontrados nueve cadáveres desmembrados en bolsas en una zona del interior del estado.
Según los últimos datos del gobierno, en este momento hay casi 2.500 efectivos de la Guardia Nacional patrullando en Veracruz que, unidos a los miembros del ejército y la marina, suman más de 13.500 fuerzas federales en el área.
El ataque al bar de Coatzacoalcos, junto al asesinato de 19 personas en la ciudad occidental de Uruapan a principios de mes, está reviviendo los peores momentos de la violencia registrada durante la guerra contra el narcotráfico entre 2006 y 2012.