“El pueblo está hablando y me toca escuchar”, reaccionó ayer Ricardo Rosselló Nevares tras la histórica marcha que reunió a cientos de miles de personas para exigir su renuncia. Pero dimitir no parece estar en sus planes.
En un comunicado, una semana después de sus últimas expresiones a la prensa local, Rosselló Nevares aseguró que “[h]an sido momentos de total reflexión y de tomar decisiones que se van ejecutando según las preocupaciones del pueblo de Puerto Rico y sus mejores intereses”.
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Además, aclaró que sus futuras expresiones estarán vinculadas a “la obra de Gobierno”, sugiriendo que no tocará el tema sobre el reclamo de renuncia.
Ni el gobernador ni otros altos funcionarios de La Fortaleza se han presentado ante la prensa local, a pesar de múltiples pedidos.
Lo dejan solo
A la ristra de bajas en el Gobierno se unió ayer Ricardo Llerandi, secretario de la Gobernación, administrador de Fortaleza y director ejecutivo de la Compañía de Comercio y Exportación. Su renuncia será efectiva el 31 de julio.
Llerandi también formó parte del escandaloso chat de Telegram que ha puesto al Gobierno en jaque.
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“Las amenazas recibidas las puedo tolerar como individuo, pero nunca permitiré que afecten mi hogar. Mi esposa y mis hijos son todo para mí. Ese es mi deber principal”, sostuvo.
Un total de 57 miembros del equipo del Rosselló Nevares han abandonado sus puestos. Desde que el Centro de Periodismo Investigativo divulgó el chat, varios jefes de agencia y funcionarios públicos han renunciado, incluido el secretario de Estado, Luis Rivera Marín, quien reemplazaría al primer mandatario en caso de renuncia.
Desde que cientos de miles de ciudadanos se han tirado a la calle a exigir la salida del primer mandatario, también renunció Gerardo Portela, entre otras cosas presidente del Banco de Desarrollo Económico; George Laws García, director interino de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (Prfaa), entre otros.