Denuncian que ballenas en SeaWorld pasan hambre y son drogadas para calmarlas

SeaWorld Entertainment Inc es una compañía estadounidense dedicada a la captura de animales marinos para su utilización en espectáculos, con parques acuáticos en varias ciudades del país.

Los años de esplendor de la empresa fueron fueron entre 1964 y 1990, pero desde entonces las muertes de entrenadores causadas por los grandes mamíferos en cautiverio, y las protestas en contra del estresante encierro al que están sometidos los animales han desprestigiado a SeaWorld.

Jeffrey Ventre tiene 55 años, trabajó 17 adiestrando ballenas y delfines para la compañía, y al diario británico The Sun le contó sobre el maltrato que recibían sus pupilos, y otras especies.

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“Al principio me sentí feliz porque muchos querían ser entrenadores, y me sentí honrado de trabajar con mamíferos marinos”, pero con el paso del tiempo se dio cuenta que las orcas eran drogadas con valium y tenían tanta hambre que le salían úlceras estomacales y se autolesionaban.

“El trabajo es más parecido a un truco de circo que realiza con animales usando la privación de alimentos como motivador, las ballenas mostraban signos de extrema angustia, molían sus dientes o masticaban el concreto para evitar el aburrimiento, sufrían daño dental, hubo mucha automutilación”, declaró.

Ventre además acusó que la endogamia era común debido al hacinamiento en que estaban las orcas. Recordó que un macho llamado Taku se apareaba con su mamá.

“Las ballenas y los delfines estaban estresados ​​y eso causa úlceras estomacales, y les daban medicamentos para eso. También tuvieron infecciones crónicas, así que recibieron antibióticos. A veces también eran agresivos o difíciles de controlar, por lo que podían recibir Valium para calmar su agresión. Todas las ballenas estaban recibiendo vitaminas envasadas en sus pescados. Varios recibieron antibióticos diarios, incluido Tilikum, para infecciones crónicas de los dientes, le contó a The Sun.

Tan estresadas están algunas ballenas asesinas que atacan a sus instructores, como Tilikum, que en diferentes ocaciones su temperamento le costó la vida a tres personas que la cuidaban.