Por: Miladys Soto, Pablo Venes e Istra Pacheco
Bajo la consiga de “Ricky Renuncia” y “Los buenos somos más”, miles de manifestantes llegaron ayer hasta La Fortaleza en el tercer día consecutivo en que se solicita que el gobernador Ricardo Rosselló Nevares deje su cargo tras los escándalos de corrupción y las conversaciones misóginas, burlonas y conspiración para atacar a sus disidentes que sostuvo en un chat de Telegram en el que había cabilderos y consultores, además de oficiales.
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Se trata de una de las mayores crisis políticas que ha vivido el país en tiempos recientes.
Desde mediados de la tarde, ya había personas arremolinadas entre las calles Fortaleza y del Cristo en el Viejo San Juan, pero una hilera de vallas impedían que se acercaran más a la mansión ejecutiva.
Mientras, otros miles de personas, muchos de ellos con pancartas que solicitaban la renuncia del mandatario, se reunieron frente al Capitolio convocados por uniones y grupos cívicos. Precisamente, los pasillos de la Casa de las Leyes permanecieron vacíos desde la mañana hasta las 3:00 de la tarde cuando el edificio fue clausurado. El Movimiento Acción Ciudadana, la Unión de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), y la Federación Central de Trabajadores fueron algunas de las entidades que se dieron cita en la manifestación. Cerca de las 6:45, los manifestantes comenzaron a movilizarse hasta el palacio Santa Catalina.
“No más excusas, queremos tu renuncia”, corearon las personas y el eco hacía por momentos que el grito fuera ensordecedor. Un grupo de mujeres hizo su protesta con los labios sellados con cinta adhesiva en la que se leía “Denuncia” y “Así se ve la democracia”. Dijeron que estarán allí todos los días hasta que se produzca la renuncia.
“Únete, únete. Policía, únete”, insistieron con fuerza en otro momento los asistentes.
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Durante horas, la manifestación se mantuvo de manera pacífica y hasta sonó por altoparlantes “La Macarena”, canción que solía bailar el exgobernador y padre del actual mandatario, Pedro Rosselló.
Pasadas las 8:00 de la noche, el intercambio de botellas de agua desde el lado de los manifestantes, y de gases lacrimógenos del lado de la policía, hizo que muchos corrieran y que resultaran heridos.
La policía también lanzó bolines, y los manifestantes lanzaron cherry bombs. Y aunque en un momento pareció que se había dispersado la multitud, no pasaban muchos minutos antes de que la gente se volviera a reunir una y otra vez en las inmediaciones.
Incluso, un grupo de motoristas volvió a acercarse al igual que la noche anterior, exigiendo la renuncia.
A eso de las 10:30 de la noche se prendió en fuego un contenedor de basura que los manifestantes arrastraron hasta cerca de La Fortaleza. Las autoridades temieron que se saliera de control cuando cables eléctricos cercanos comenzaron a botar chispas, pero los bomberos pudieron aplacar las llamas en poco tiempo.
Quince minutos después de que estallara el fuego se incrementó nuevamente la violencia con el lanzamiento de piedras y nuevos gases.
Durante la jornada, hubo al menos tres arrestos, según las imágenes que recogió Metro.Al cierre de esta edición todavía había decenas de manifestantes en el Viejo San Juan.
Artistas, sindicatos y grupos cívicos convocaron a nuevas manifestaciones el miércoles en la tarde.