Ya son más de 90,000 pacientes certificados en la isla para utilizar cannabis medicinal, lo que significa que una de cada 30 personas que atiende un profesional de la salud tiene la licencia para utilizar el nuevo tratamiento.
En ese contexto, Puerto Rico tendrá por primera vez el primer currículo en línea de diez créditos, dirigido a médicos y otros profesionales, aprobado por la Asociación Médica Americana.
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En entrevista con Metro, el médico Jaime Claudio, experto en cannabis medicinal, ofreció detalles del curso, que aborda ampliamente el cannabis, al cual le llama el polifármaco botánico “seguro pero complejo”.
“Puerto Rico ha desarrollado la terapia y la industria de cannabis medicinal con muchos aciertos, pero después de tres años de estar en la industria —porque tuve la oportunidad de estar desde el primer día entrenando a los médicos— el reto que tenemos es seguir elevando la barra de educación y conocimiento”, reflexionó Claudio.
Se trata de un currículo objetivo, basado en evidencia, y que “no tiene influencia de mercados o productos”. Cuenta con varios módulos que abarcan temas como el sistema interno cannabinoide, la historia del cannabis medicinal, los ingredientes en la planta, información sobre dosificación para dolor, ansiedad e insomnio, el rol en el manejo de condiciones neurodegenerativas y cáncer. Muchos de esos temas también se incluyen en su libro Cannabis medicinal, recomendando, formulando y dosificando, disponible a partir de hoy, que también persigue llegar a pacientes, médicos así como budtenders (empleados de dispensarios).
“El reto que hemos tenido es darle más precisión, y encaminar más la recomendación entre el médico, el dispensario y el paciente. El médico usualmente sabe muy poco de la flor, pero entonces el personal del dispensario sabe muy poco de medicina”, dijo Claudio, quien forma parte del equipo de médicos que logró la aprobación del curso en línea.
Reconoció que “ya con 90 mil pacientes quiere decir que uno de cada 30 pacientes en Puerto Rico está (consumiendo) cannabis medicinal, así que estamos hablando de una presencia que no se puede obviar”. Dijo que hay planes de extenderlo a otros profesionales de la salud, entre ellos los de enfermería y farmacia.
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Destacó que una de las preocupaciones es la educación a los pacientes, ya que los médicos tienen restricciones de tiempo. Claudio estimó que un paciente requiere de, al menos, 45 minutos de educación para orientarse sobre el tema. El médico tiene más de 60 videos en su portal drcannaclaudio.com para educar sobre el tema. El galeno no solo promueve la educación en la isla, sino que exportará su conocimiento esta semana cuando fungirá como orador principal en el curso de diploma en cannabis medicinal en el Colegio de Educación en Salud de Medellín, Colombia.
La semana pasada, el neuropsiquiatra José Franceschini Carlo lanzó también un libro titulado Reina de la medicina verde, en el que aborda educación sobre cannabis medicinal.
Contó que la idea de estudiar el tema le surgió tras una presentación oral de una de sus estudiantes de psiquiatría en la que expuso sobre el sistema endocannabinoide. “Soy académico y nunca había oído hablar de eso. El sistema endocannabinoide es el sistema donde nosotros producimos nuestra propia marihuana, nuestro propio cannabis”, explicó al detallar que las células actúan con receptores, y los receptores más comunes en el cuerpo humano son los endocannabinoides.
Sostuvo que el descubrimiento de este sistema ocurrió en 1992. Sin embargo, no estaba en ningún libro de psiquiatría o medicina interna, por lo cual le llama a su publicación “la gran mentira” debido a que “no se hablaba del sistema evidentemente para evitar que las personas conozcan de este botánico y su importancia”. Reconoció que antes rechazaba el uso del cannabis, hasta que comenzó a estudiarlo y denunció que a lo largo de la historia se fue prohibiendo la sustancia que antes era legal y estaba en alrededor del 50 % de los medicamentos.
Necesarios más estudios
Debido a que el cannabis es considerada una sustancia de tipo 1, es decir, altamente adictiva y sin uso médico, Franceschini explicó que es cuesta arriba hacer estudios para probar sus beneficios. Según el psiquiatra, si se cambia a una clasificación de 2 a 4, sería más fácil conducir estudios sobre el tema.
“Eso ha sido uno de los problemas principales, porque al ser clasificación 1 no se permite hacer investigación a favor. El 92 % de los estudios del cannabis son en contra”, dijo el psiquiatra al establecer que los estudios positivos se hacen con fondos privados, lo cual es costoso.
De hecho, explicó que la Organización Mundial de la Salud realizó un estudio en el que determinó que la marihuana debería reclasificarse como una sustancia menos prohibida.