ROMA — Los médicos en Roma advirtieron sobre los posibles peligros para la salud derivados del desbordamiento de los contenedores de residuos en las calles de la capital italiana, que enfrenta una renovada crisis de basura agravada por el calor del verano.
La eliminación de la basura es, desde hace décadas, un problema para la Ciudad Eterna. Roma no tiene un lugar en el que tratar los 1,7 millones de toneladas métricas de residuos que produce cada año desde que se cerró el vertedero de Malagrotta en 2013.
PUBLICIDAD
Sucesivos alcaldes de distintos partidos no han logrado resolver el problema, que resurgió dramáticamente cuando Virginia Raggi, del populista Movimiento 5 Estrellas, asumió el mando hace tres años.
El gobierno de Raggi se enfrenta con la frustración y la ira tanto de turistas como de romanos ante las pilas de basura que ponen en peligro la salud de las personas y ensucian la imagen de la ciudad.
Perros, gatos, ratas e incluso gaviotas suponen un grave riesgo para la salud ya que hurgan entre la basura y propagan enfermedades bacterianas a través de su orina y sus heces, señaló el doctor Roberto Volpe, del Consejo Nacional de Investigación CNR a The Associated Press.
“El principal riesgo para nosotros viene cuando sacamos y tiramos la basura fuera”, advirtió Volpe. “Existe un riesgo de llevarse la contaminación de vuelta con nosotros. Por eso es importante lavarse las manos correctamente después”.
Volpe también desanimó a los descontentos residentes a que prendan fuego a las pilas de desperdicios, señalando que esto podría ser peor por la contaminación por dioxinas, que puede provocar cáncer.