Luego de varios días de intentos fallidos, un grupo de investigadores estadounidenses lograron grabar un calamar juvenil de más de tres metros de longitud en el Golfo de México.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, el hallazgo se dio el pasado 19 de junio por medio de una cámara submarina denominada Medusa, tecnología que no asusta a los animales del océano gracias a su parecido con las medusas bioluminiscentes.
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“El calamar gigante es enorme y ciertamente inusual desde nuestra perspectiva humana. El video muestra a un animal sorprendido por su error, retrocediendo después de golpear algo que al principio debió haber parecido atractivo, pero obviamente no era comida”, dijeron los investigadores.
La cámara Medusa tuvo que descender 759 metros en el mar para captar a este cefalópodo, del que ya se tienen pistas sobre su hábitat y sus estrategias de caza.
“Nuestra perspectiva como humanos ha cambiado. Lo que una vez fueron monstruos para ser temidos son ahora curiosas y magníficas criaturas que deleitan. Nos gusta sentir que la ciencia y la exploración han provocado este cambio, haciendo que el mundo sea menos aterrador y más maravilloso con cada cosa nueva que aprendemos”, puntualizaron los científicos.