La organización Jerut, dedicada a ofrecer servicios de reeducación y readiestramiento en casos de violencia doméstica, salió al paso la procuradora de las Mujeres, Lersy Boria Vizcarrondo, y responsabilizó a la actual administración por la falta de licencias de 25 de los 26 programas de desvío dedicados a los agresores.
Boria Vizcarrondo reveló el dato esta semana y en conferencia de prensa aseguró que “comenzamos un proceso de fiscalización [y] nos solicitaron 30 días para poner la casa en orden”.
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Pero la organización emitió un comunicado de prensa en el que explicó que “se solicitó renovación de licencia desde noviembre 2018, pero no fue hasta febrero 2019 que la junta nombrada por la actual administración tuvo su primera reunión luego de constituida. No obstante, hasta la pasada semana, el Departamento de Corrección informó, que aún la Junta no tiene calendarizada las visitas de evaluación para emitir las licencias correspondientes“.
“Por tanto, no debe recaer la responsabilidad sobre los programas. De nuestra parte, hemos realizado las gestiones correspondientes conforme a los requisitos establecidos en el reglamento”, agregaron.
Este proceso recae en manos de la Junta Reguladora de los Programas de Desvío, cuya ley de creación establece que es el Gobernador quien nombrará a sus miembros.
“Este asunto siempre ha representado una problemática en relación a la gestión y diligencia en el otorgamiento de licencias”, continuaron.
“Referente a las expresiones sobre el enfoque terapéutico que utilizan los programas, donde se menciona que “no abona a erradicar la violencia machista en la isla”, la metodología grupal tiene unos factores terapéuticos indispensables. Existe evidencia científica que lo demuestra, altamente documentadas. En Jerut Inc., se trabaja desde un enfoque holístico, eso incluye las necesidades individuales desde una perspectiva clínica en cada uno de los participantes, en conjunto con las terapias grupales. Por tanto, los objetivos de la rehabilitación en la terapia grupal, son las variables psicosociales relacionadas con la ofensa y no los asuntos psicopatológicos, ya que éstos se trabajan a nivel individual”, agregó la organización.