CARACAS — La exigencia de la oposición venezolana de que haya elecciones presidenciales no es negociable, afirmó el viernes el líder opositor Juan Guaidó, lo que pone un freno a los esfuerzos de mediación de Noruega para solucionar la crisis en Venezuela.
“Hoy no está planteada una nueva reunión”, indicó el dirigente en un evento en la ciudad céntrica de Valencia, descartando comentarios previos de la cancillería rusa de que la semana próxima se llevaría a cabo una tercera ronda de conversaciones exploratorias con representantes del presidente Nicolás Maduro.
PUBLICIDAD
La posición de Guaidó, dada a conocer justo mientras los mediadores noruegos se encontraban en Caracas intentando evitar que las conversaciones se vinieran abajo, deja ver los enormes obstáculos existentes para negociar una solución pacífica a la crisis en Venezuela, que ha estado sumida en una intensa turbulencia política y económica desde hace años.
Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, reanimó al movimiento opositor en enero al declararse presidente encargado, obteniendo rápidamente el reconocimiento de Estados Unidos y de más de 50 naciones que dicen que la reelección de Maduro el año pasado fue ilegítima.
Sin embargo, Maduro, con el apoyo de los militares y países aliados como Cuba y Rusia, se ha aferrado desafiante al poder pese a las sanciones petroleras de Estados Unidos, las cuales se suman a la miseria de una nación golpeada duramente por la hiperinflación y la escasez generalizada de combustible y alimentos.
Noruega ha sido anfitrión de dos rondas de conversaciones exploratorias entre representantes del gobierno venezolano y la oposición durante el mes pasado en un intento por superar el estancamiento.
La oposición, consciente del colapso de intentos pasados de diálogo tras los cuales el gobierno salió fortalecido, ha insistido en que el punto de partida de las conversaciones es que Maduro convoque a elecciones en un plazo razonable. El mandatario no ha querido ceder en ese punto, culpando a la oposición de boicotear las elecciones presidenciales del año pasado e insistiendo en que es necesario efectuar comicios para renovar la Asamblea Nacional, donde la oposición es mayoría.
PUBLICIDAD
“Mientras ambas partes sigan sumidas en dificultades y no vislumbren una salida, existe una posibilidad de que las negociaciones prosperen”, dijo James Dobbins, miembro del centro de investigación Rand Corporation que fungió como enviado especial de Estados Unidos en varios países en crisis, incluidos Haití y Afganistán. “Realmente es la única esperanza que queda”.
El revés en la iniciativa de mediación de Noruega ocurrió mientras se realizan esfuerzos diplomáticos frenéticos vinculados con la crisis venezolana.
Por otro lado, el mismo viernes, el canciller cubano Bruno Rodríguez viajó a Toronto para conversar con su homóloga canadiense Chrystia Freeland, horas después de que se reunió en Cuba con Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y titular de la Asamblea Nacional Constituyente de su país.
“Cuba tiene una posición distinta y ésa es una razón por la que para nosotros es importante hablar con Cuba” acerca de una solución a la crisis venezolana, dijo Freeland tras reunirse con Rodríguez. Indicó que lo que se requiere son “elecciones libres e imparciales” para avanzar en Venezuela. Canadá también ha presionado a Maduro para que renuncie.
Cabello había llegado a Cuba el jueves. Una de sus primeras reuniones fue con Rodríguez, quien indicó en Twitter que “tratamos temas de la agenda internacional”.
En otro suceso el viernes, el senador republicano Marco Rubio le envió una carta al secretario de Justicia federal William Barr en la que lo exhortó a crear una unidad para investigar y enjuiciar presuntos delitos que habrían cometido el mandatario venezolano y sus allegados.
“La larga lista de delitos de Maduro incluye la minería ilegal y el tráfico de minerales, el tráfico de drogas trasnacional, y el robo de sumas sustanciales de dinero al gobierno venezolano que ocultó en cuentas bancarias en todo el mundo”, afirmó Rubio.
Maduro ha rechazado haber cometido alguna actividad ilegal, y dice que Estados Unidos desea derrocarlo para explotar los vastos recursos petroleros de Venezuela.
Por otro lado, el gobierno de Trump dijo que reconocerá la validez de los pasaportes venezolanos durante los cinco años posteriores a su fecha de expiración. El Departamento de Estado anunció que los pasaportes serán considerados válidos para las solicitudes de visas y el ingreso a Estados Unidos en reconocimiento a una decisión tomada por la Asamblea Nacional venezolana.
Para muchos venezolanos resulta caro y tardado obtener un pasaporte nuevo o una extensión. Muchos de los más de cuatro millones de venezolanos que huyeron del país en los últimos años se fueron sin un pasaporte válido.