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Selva amazónica sufre las políticas de Bolsonaro

Los expertos temen que este año pueda convertirse en uno de los peores para la ecología de la selva tropical más grande del mundo.

La deforestación de la Amazonía en Brasil se aceleró y alcanzó el nivel más alto de mayo desde que se implementó el método de monitoreo actual.

A los especialistas les preocupa que la tendencia esté relacionada con las actividades del presidente del país, Jair Bolsonaro, ya que podría otorgar un pase gratuito a la tala ilegal, la agricultura y la minería.

Según el Instituto Brasileño de Investigación Espacial (INPE), el llamado sistema de alerta DETER registró una deforestación de 739 kilómetros cuadrados durante el último mes, lo que marca el inicio de la estación seca y un período en el que la mayoría de las quemas y otras formas de remoción de bosques se llevan a cabo.

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La deforestación ha tenido una tendencia al alza desde 2012. La Amazonía ya ha perdido alrededor del 20 % de su cobertura original, y algunos estudios han especulado que podemos estar llegando a un punto más allá del cual los efectos combinados de la deforestación y el cambio climático pueden causar una muerte masiva del bosque”, explicó Claudio Angelo, investigador del Observatorio del Clima, en Brasilia, Brasil.

“Esto pondría la crisis climática esencialmente fuera de control“.

El aumento en mayo puede explicarse por algunos factores: primero, la cobertura de nubes fue intensa en verano, por lo que es probable que los satélites vean en mayo la deforestación realizada en los meses anteriores“, apunta.

En segundo lugar, el presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro y su ministro de medio ambiente, Ricardo Salles, tienen un efecto obvio de las políticas y discursos antiambientales, que ha puesto una correa a Ibama, la agencia ambiental federal, y les da a los delincuentes ambientales una sensación de impunidad”, añadió.

Líder escéptico

Las políticas públicas de Bolsonaro han afectado a las agencias de conservación.

El líder del país ha sido escéptico sobre la lucha contra el cambio climático y ha recortado el presupuesto para el control ambiental.

“Bolsonaro está desmantelando casi todas las políticas ambientales implementadas desde 1992. Está acosando a los agentes ambientales federales, empoderando así a los delincuentes ambientales“.

El número de multas ambientales aplicadas en la Amazonia entre enero y mayo fue el más bajo en 11 años, y el número de operaciones de inspección este año ha disminuido en un 70 % con respecto al año pasado. El presidente llama a Ibama una ’industria de multas’, y dice que no contratará más agentes para Ibama o ICMBio, el servicio de parques nacionales“, añadió Angelo.

“Solo en cuatro de las 27 oficinas regionales de Ibama se han designado oficiales principales, ninguno en el Amazonas, lo que significa que las operaciones, cuando ocurren, no son tan efectivas“.

El ministro de Medio Ambiente, quien (siempre vale la pena recordar) fue condenado por fraude ambiental, ha golpeado repetidamente la moral de la tropa al despedir a agentes dedicados, al culparlos por aplicar multas ’ideológicas’, lo que sea que eso signifique, y por invocar el ’debido proceso legal’ antes de permitir que los agentes quemen equipos confiscados en áreas remotas, un instrumento clave de disuasión“, agregó Angelo.

El resultado es que la certeza de la impunidad abunda entre los madereros y los acaparadores de tierras. Los agentes de Ibama, por otro lado, tienen miedo de hacer su trabajo“, sentenció.

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