El subdirector del Caribe de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA), José Font, anunció el lunes que los terrenos donde ubica el antiguo lugar de depósito de desperdicios industriales peligrosos conocido como PROTECO en Peñuelas, fue acogido en la lista de prioridades del Superfondo.
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”Eso quiere decir, que este lugar de PROTECO, al ser incluido en la lista de prioridades nacional, es entonces que podemos utilizar fondos federales para llevar a cabo las investigaciones y las remediaciones que sean necesarias en este lugar”, dijo Font en conferencia de prensa.
En esa instalación- que ubica entre los vertederos Peñuelas Valley Landfill y Ecosystems- se depositaron entre 1975 a 1999 desperdicios industriales peligrosos como lodo de galvanoplastía (metales pesados), pesticidas, y desechos de farmacéuticas y manufactureras. La empresa, que operaba bajo la corporación Resources Management, dejó de recibir material en el 1990. Por un acuerdo en el Tribunal, tenían que dar mantenimiento y monitorear las aguas subterráneas, para evitar la contaminación de esos cuerpos de agua que actualmente sirve a 17 mil personas. A partir del 2009, los administradores de la empresa dejaron de realizar el monitoreo estipulado en el Tribunal.
“Sí se ha encontrado la presencia de compuestos orgánicos clorinados en el agua subterránea. Ahora hay que investigar hasta donde se puede extender la contaminación para entonces determinar qué alternativas tenemos para remediarlo. Pero hay que señalar, que los pozos privados y públicos en el área circundante sí fueron muestreados por la EPA y no demostró contaminantes en exceso de los umbrales aplicables para agua potable. O sea, que no debe haber ningún riesgo por el consumo de esta agua”, sostuvo.
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El funcionario insistió en que los niveles de contaminación en este momento no representan un riesgo para la salud de los residentes cercanos, pero hay que atender la situación para evitar que en el futuro ocurra un derrame de alguna de las sustancias que se encuentran en el lugar.
“Si hubiese un riesgo inmediato a la salud pública, si hubiésemos encontrado que algún pozo excedía los umbrales, hubiésemos llevado a cabo una acción de emergencia inmediata para remediar la situación. No siendo este el caso, estamos en el programa a largo plazo, para investigar y evaluar opciones para remediar”, expresó.
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“El lugar fue incluido en el Superfondo porque está abandonado, con la presencia de desperdicios peligrosos que pudieran representar un riesgo a la salud pública y el medio ambiente, particularmente al agua subterránea”, añadió.
Cuestionado si a los dueños del lugar se les puede obligar a pagar por los trabajos de recuperación, Font contestó “Pudiera ser. Ahora dentro del Superfondo, pudieran ser responsables los dueños y los operadores de todas las investigaciones y limpiezas del lugar, pudiera ser”.
Explicó que para el proceso de investigación hay que pagar entre 20 a 25 millones de dólares. Para la limpieza, serian entre 50 a 100 millones de dólares en un periodo de entre 20 a 30 años.
Actualmente, en Puerto Rico no hay ninguna facilidad en donde se depositen desperdicios peligrosos. Bajo el programa del Superfondo, en Puerto Rico hay 19 lugares activos y 5 que ya culminaron el proceso de limpieza y restauración. Estos son: GE Wiring Services en Juana Díaz, RCA del Caribe en Barceloneta, Quebrada Frontera (conocida como Ciudad Cristiana ) en Humacao y la antigua base naval Sabana Seca en Toa Baja y el vertedero Scorpio Recycling, ambos en Toa Baja.