Esta mañana, cuando el exgobernador Alejandro García Padilla salía del estacionamiento de la escuela de su hijo, el mismo Juan Pablo García, de 15 años, lo llamó y le dio la noticia: “Hernández Colón falleció”.
“El pensamiento que me asalta es que este es el fin de una era. Acaba de terminar una era. La era de los políticos ilustrados, la era del pensamiento profundo”, dijo a Metro.
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“¿Qué hacíamos como País para que hombre grandes, más grande que sus tiempos, se sintieran convocados al servicio público? ¿Qué hemos dejado de hacer?”, cuestionó minutos antes en conferencia de prensa.
Para García Padilla, “Hernández Colón no era el tipo de político que cuando se oponía a ti te ponía el pie, porque era más leal al futuro que al presente. Eso lo hacía aún más grande. Era el tipo legendario del político ideal”.
Aunque hoy falleció “el último hombre de Estado”, García Padilla se cantó convencido de que devolver la profundidad al Gobierno está en las menos de la gente.
“Cuando el pueblo y los medios le dejamos de exigir la estridencia, el ataque, el insulto, cuando dejemos de exigirle la mentira como condición para el aplauso, vamos a tener a volver líderes que se presenten como alternativas siendo personas de alta capacidad intelectual y de alta perspectiva moral”.
Es la “la alta perspectiva moral, o más bien la escasez de ella, lo que señala AGP como la razón por la que decidió no aspirar a la reelección. “Me estaban pidiendo que mintiera, que dijera que todo va a estar bien con el más mínimo esfuerzo”.
“Hernández Colón era más leal al futuro que al presente y yo lo aprendí de él”, dice, aún sin sentirse al mismo nivel de él.
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