Al filo de la fecha límite, la Universidad de Puerto Rico (UPR) entregó sus estados financieros auditados y single audit de los años fiscales 2017-18 al Departamento de Educación federal y la Middle States Commission on Higher Education (MSCHE), anunció ayer el presidente de la institución, Jorge Haddock, en conferencia de prensa.
“Es un momento de celebración para la UPR”, introdujo Haddock. La negligencia en la emisión a tiempo de los estados financieros fue señalada por la MSCHE como uno de los elementos que ponía en riesgo la acreditación del primer centro docente del país y, además, atentaba contra ayudas federales como la beca Pell.
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El documento no se divulgará hasta que la Junta de Gobierno (JG) lo dé por recibido.
“Números buenos”, pero siguen los recortes
Según el director de Finanzas de la UPR, Antonio Tejera Rocaford, los informes reflejan una “pérdida” de cerca de $300 millones.
“Responde principalmente a la presentación que provoca un pronunciamiento contable y tiene que ver con la deuda actuarial del sistema de retiros de la Universidad”, explicó el CPA.
Al cierre del año fiscal, quedaron cerca de $260 millones, de los que $110 es dinero comprometido a diversas funciones.
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“La UPR financieramente está saludable gracias a los esfuerzos de todo nuestro personal (…), que han podido implementar todos los recortes que han venido del presupuesto a través de ingresos nuevos, y de eficiencias y productividad”, aseguró el presidente Haddock.
El reto de la acreditación
Los señalamientos de la MSCHE que mantienen en show cause a los once recintos de la UPR no se limitan a la entrega a tiempo de los estados financieros.
A la entidad acreditadora le preocupa también que los recortes de más de $500 millones impulsados por el gobernador Ricardo Rosselló Nevares y la Junta de Control Fiscal dejen inoperable la institución. El estándar de Acreditación VI se refiere precisamente a que los recintos tengan suficientes recursos para cumplir su misión.
Esa es precisamente una de las preocupaciones de la representante estudiantil graduada ante la JG, Marysel Pagán.
Según Haddock, presentará el presupuesto final al subcomité de la JG a mediados de mayo.
Una nueva cultura de trabajo
“Era responsabilidad de la Universidad. Más que celebrar, lo que deben es atender para que los próximos los saquen a tiempo”, lanzó Pagán, representante estudiantil.
En la rueda de prensa en el Centro de Ciencias Moleculares, Tejera Rocaford destacó que lograron entregar los informes de dos años fiscales en un periodo de siete meses y que garantizarán que no se repitan los retrasos.
“También ha iniciado una nueva cultura de trabajo con calendarios de cierre, métricas, y otras medidas que promuevan eficiencia, hemos empezado una cultura de rigor”, comentó Tejeras.
Para Haddock, por otra parte, “se despeja considerablemente nuestro horizonte para dedicar más tiempo y estrategia para allegar recursos externos. Hoy comparto mi optimismo”.