DORADO – El letrero que anuncia que usted llegó a Villa Santa en el barrio Higuillar no es como los de piedra, con jardines y fuentes, que adornan entradas de otras comunidades doradeñas. Más bien son dos tubos pintados de verde, con un ínfimo letrero ovalado que lee “Villa Santa”.
Por estos días, empero, ese estrecho camino que lleva a esta comunidad, que nació de un rescate de terrenos en la década de los ochenta, está congestionado. Una fila de carros se mueve lentamente hacia un portón de tubos de acero en una finca donde, a lo lejos, se observan cuatro contenedores.
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“Señora, ¿qué es lo que hay ahí?”, preguntó Metro a una vecina que limpiaba su entrada a fuerza de manguera. “El agua que están regalando”, respondió.
Y así nos abrimos paso entre personas que iban a buscar agua. Alejandra Pérez, vecina de Dorado, tenía su carro atestado.
¿Sabe de dónde viene esa agua?, preguntó este diario.
“Pues no me dijeron”, respondió la joven, quien se enteró de la distribución gratuita de cajas de botellas de agua por su vecino. Le dijeron en el terreno que podía llevar todas las que le cupiesen en su vehículo, así que llenó el baúl, el asiento trasero y en el asiento del pasajero. Era como si hubiese que salir de esa agua ya, sí o sí.
Por el camino, Alejandra se encontró a su vecino William Vélez, entonces le preguntamos al hombre cómo se enteró de la distribución de agua, a lo que también dijo que se supo en el barrio. ¿Sabe de dónde viene el agua?, le cuestionamos. “Pues, creo que de Walmart”, respondió.
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Y así hablan en ruta a buscar lo que se supone sea un preciado líquido. Algunos sospechan que puede ser el agua que por largos meses estuvo bajo sol y sereno en la pista del aeropuerto de Ceiba, mientras otros en la fila comentan que no, pues se trata del agua que el Gobierno de Puerto Rico no pudo entregar en su gesta humanitaria a Venezuela. Mientras, otros aseguraron que “fueron donadas en unos pueblos por allá” y que “nos dijeron que está buena, que dura hasta pa’ un año”.
Otra de las versiones que corren en la fila del improvisado centro de distribución de agua es que la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados se llevará el agua en mayo, por lo que están regalando agua para que la gente esté preparada.
Lo cierto es que entre las barras de acero del portón de la finca hay un cartapacio de oficina colgado en el que luego de varios días de sol y lluvia, se lee un escrito con marcador que señala: “Se regala agua. Nota: no apta para consumo. Sin límite”. Los vigilantes del portón no llevan uniforme que los identifique. Son dos hombres y tres mujeres. Se limitaron a decir que eran vecinos voluntarios. Aunque van dejando pasar vehículos para distribuir agua, a este diario no le permitieron entrar en la finca, por no encontrarse el dueño.
El operativo de distribución de agua lleva semanas en Dorado y hasta se ha discutido en grupos comunitarios en Facebook. En ese espacio digital, hubo detractores por lo sospechoso de la movida de regalar agua en grandes cantidades, pero también hubo quienes defendieron que se regalase el líquido. El debate terminó con el siguiente mensaje del mantenedor del grupo en Facebook: “Atención: el asunto del agua que están regalando se terminó en esta página ya. El que no quiera que no la busque y el que la busque que le aproveche”.
No todos los receptores de esta agua gratis han tenido que buscarla a Villa Santa… A muchos les ha llegado el generoso gesto hasta su misma casa. Ese es el caso de Pepo, Bianca y Carmen, vecinos del casco urbano en Dorado. A ellos, un amigo se las trajo sin mucho detalle. Llevan días consumiendo el agua, pero ante insistencias de Metro, nos permitieron revisar los empaques que establecen la fecha de expiración en noviembre de 2018. Junto a ellos, abrimos algunas de las botellas, cuyo olor no deja dudas de que se trata de agua que ha estado almacenada por largo tiempo. Pepo nos alertó que, según le dijo alguien cercano, “que es policía”, que también distribuyen agua gratis en Toa Baja. Uno de sus vecinos, que tiene una grúa, llegó con paletas de cajas de agua y las tiene en su marquesina.
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Lo mismo le sucedió a María, una vecina de Arenal en Dorado, a quien un vecino le dejó ocho cajas de agua en su casa. El vecino cuenta con un camión y distribuyó en el barrio una paleta de cajas de agua. María buscó la fecha de expiración, pero no la encontró en los empaques hasta que en una de las botellas divisó “abril 13”. Ella cree que es este mes de abril que va corriendo. Como Pepo, Bianca y Ramonita, María lleva consumiendo el agua y no le encuentra ningún sabor ni olor raro. Hasta repartió a los invitados de un cumpleaños que hizo en el fin de semana. A ella le dijeron que era agua que estuvo almacenada en un hangar protegida de la intemperie y que, como pronto iba a expirar, la estaban regalando.
Y entre vecinos de Dorado, el WhatsApp no para de sonar. Ayer mismo, a una vecina de Monte Elena le llegó el siguiente mensaje: “Buenas tardes y bendiciones: se estarán repartiendo cajas de agua gratis en la finca. Pueden llevarse todas las que deseen y buscar más de una vez, ya que en el día de hoy estarán trayendo 5 vagones. Favor de pasar la voz en su comunidad, iglesias y todas las personas que puedan. Ubicación: finca frente a Monte Elena y el Torito por Doraville, Dorado”.
¿Acaso alguien se pregunta por qué regalan el agua? ¿Alguna autoridad municipal o estatal prestará atención a este gigante gesto de bondad?
