Este 27 de febrero, la Policía de Ibagué encontró el cadáver de una menor de 16 años en zona rural de la ciudad. El cuerpo tenía señas de violación, en una zona desolada de la capital del Tolima. El caso resultó desatando una persecución a un recluso que había recibido un permiso un día antes. La persecución se extendió dos semanas, hasta llegar a Manizales.
Luego de que apareció el cuerpo de la menor en la vereda Aparco, zona rural de Ibagué, la Policía volcó su investigación a la cárcel de Picaleña. Uno de sus presos, que tenía 25 procesos judiciales encima, recibió un permiso de 72 horas. Pasado el tiempo, no volvió al centro penitenciario, por lo que se consideró que era oficialmente un sospechoso.
PUBLICIDAD
El comandante de la Policía de Ibagué, coronel Nicolás Carmen Aristizábal, criticó a las autoridades penitenciarias. “Lo estábamos esperando cuando llegara y no se presentó para hacer el cotejo de fluidos y PH de la niña, para emitir la orden de captura. Un tipo que tiene 25 procesos más, ¿cómo va a salir con un permiso de 72 horas?“, dijo el oficial a Ecos del Combeima.
En efecto, el presunto asesino de la menor de 16 años sería un hombre detenido por hechos ocurridos en 2002. Fue condenado a 17 años de cárcel por haber abusado sexualmente de una menor en Pereira, de donde es oriundo. El hombre confesó haber participado en el asesinato de otras cinco mujeres.