El Senado dio paso hoy el proyecto 950 que busca regular la práctica del aborto en Puerto Rico y el 1000 para prohibir las terapias de conversión sobre cambiar la orientación sexual o identidad de género en un individuo.
Ambas medidas fueron aprobados a viva voz en el pleno del Senado durante la sesión ordinaria.
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El proyecto del Senado 1000, de la autoría de Eduardo Bhatia Gautier, Zoé Laboy Alvarado, Juan M. Dalmau Ramírez y Miguel A. Pereira Castillo, estuvo en debate por los pasados meses tras ser radicado el 17 de mayo del año pasado cuando diversos grupos denunciaron que violentaba la libertad religiosa.
El informe positivo de la pieza legislativa incluyó una serie de enmiendas para que aplique la prohibición a profesionales licenciados o certificados para proveer servicios de salud mental. Sin embargo, en sala, la senadora Laboy Alvarado presentó una enmienda que busca reiterar la prohibición a las terapias.
En su turno de debate, la legisladora se le quebró la voz al contar que ha aprendido en el proceso de análisis de la medida.
“El problema de las terapias de conversión es que el mensaje que le llevan a ese niño o niña, a ese joven o esa joven, es que ’tú no vales, tienes que cambiar tu orientación sexual, tu familia se avergüenza de ti’, entre otras cosas que se aplican en las terapias”, dijo Laboy.
Así también, lo hizo el portavoz del PPD, Bhatia, propuso una enmienda al proyecto que fue acogida. “Nada en esta ley puede ser interpretado como que avala o permite la terapia de conversión”, expresa la enmienda.
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En el debate, el senador Dalmau Ramírez señaló que tenía preocupaciones por algunas enmiendas que incluyeron y que podían interpretarse que avalaban las terapias, sin embargo, al incluir la enmienda de Bhatia indicó que votaría a favor.
Por su parte, el senador Vargas Vidot destacó que quedó complacido por cómo quedó el proyecto finalmente.
Avalan regulaciones al aborto
El proyecto 950 que impone regulaciones a la práctica del aborto en Puerto Rico también incluyó revisiones.
La medida que establece la Ley para la protección de la mujer en los procedimientos de terminación de embarazo y la preservación de la vida fue presentada por la senadora Nayda Venegas Brown el pasado 7 de mayo del año pasado.
El senador Miguel Romero presentó una enmienda en sala que extiende el rango de edad para el aborto, en comparación a la versión original. La nueva versión establece que “para efectos de esta ley se entenderá como menor de edad aquellos que no hayan cumplido 18 años”.
La autora del proyecto expuso en su turno que el tema del aborto debió haberse legislado desde hace años, al reiterar que es pastora.
“En esta semana de la mujer tenemos como regalo la discusión de un tema que se debió haber dado hace más de 45 años”, añadió Venegas Brown.
Expuso que “ojalá fuera un proyecto para prohibir el aborto, ojalá fuera un proyecto para prohibir el aborto, pero no se puede”. De acuerdo con la senadora, el proyecto abarca el consentimiento informado de la mujer, consentimiento de los padres, y “la protección de un bebé que esté vivo en medio de un aborto”.
“Que quede claro que este cuerpo legislativo sí puede promover la vida del no nacido, incluso antes de viabilidad, legislar para proteger la vida potencial en todas las etapas del embarazo y, según el Tribunal Federal, también puede prohibir el aborto cuando el bebé puede sobrevivir fuera del vientre materno”, expresó la legisladora.
Lamentó que la pieza no incluya algunos elementos de la versión original como lo es la prohibición del aborto desde las 20 semanas y la espera de un periodo de 48 horas para que la embarazada pueda analizar “las razones para abortar”.
El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, afirmó que cree en la vida por lo que “no puedo respaldar algo que vaya en contra de la vida”.
“Yo quisiera prohibir el aborto, yo quisiera prohibir la pena de muerte”, expresó Rivera Schatz.
Recordó que pidió que ambas medidas fueran a su Comisión y atenderlas simultáneamente. Criticó que grupos a favor del aborto protestaron en las audiencias públicas, así como diversos sectores religiosos que le increparon que “ejerciera su liderato” para que convenciera a los legisladores de votar a favor.
“Que voten como les de la gana porque mi conciencia yo no la negocio con nadie”, manifestó el presidente de la Cámara Alta, quien leyó un testimonio discutido en la audiencia pública de la medida, el cual se trataba de una mujer cuya madre abortó a su hermano gemelo, pero ella sobrevivió. La senadora Venegas Brown lloró durante la intervención de Rivera Schatz.
Durante el debate, el senador Miguel Pereira rechazó la medida al destacar que impone trabas a la jurisprudencia de acceso seguro al aborto.
“A falta de justificación de salud pública queda claro la intención del proyecto del Senado 950, la imposición de creencias religiosas”, expuso Pereira mientras consumió su turno.
Dalmau planteó que el nuevo proyecto “limita enormemente a la población de 18 años”.
“Creo que este tema como se ha manejado es que alguna mujer piensa ’déjame quedar embarazada y hacerme un aborto’. La realidad es que es un proceso fuerte”, argumentó el senador del Partido Independentista Puertorriqueño.
Vargas Vidot cuestionó también el proyecto sobre el aborto y criticó que “el traer lo que pasa en Nueva York o lo que pasa en otro estado que está lejos de nuestra realidad, es tratar de desviar la mirada a algo que no tiene ninguna relación con el proyecto que no sea levantar animosidad y antagonismo”.
Sostuvo que la cantidad de clínicas que practican terminaciones de embarazados se han reducido a la mitad. Al presente, existen alrededor de seis centros que practican abortos.
“Por qué no hablamos con la misma pasión de la violencia contra las mujeres, contra la violencia en los niños o con la misma pasión contra la pobreza”, denunció el senador independiente. Añadió que lo que hará “será estimular la clandestinidad”.
“¿Existe en Puerto Rico realmente una epidemia de aborto de menores?”, cuestionó por su parte el senador Cirilo Tirado, al preguntar si entonces “se está legislando por legislar”, mientras requirió sobre la educación sexual en las escuelas.
El senador Romero explicó algunos cambios que sufrió la medida original como que cualquier médico licenciado pueda practicar el aborto, que puede ser cualquier instalación médica, en vez de hospitales como establecía el proyecto.
Añadió que habrá un consentimiento para el embarazo en menores, pero este es expedito de no más de tres días. Este consentimiento es solo para menores de 17 años o menos.
Además, el Departamento de Salud deberá hacer una inspección anual a los centros de terminación de embarazo.
La legisladora Margarita Nolasco aseguró que el proyecto no habla de prohibición sino de protección de la mujer. “Qué tiene de malo informar a la mujer, o a su tutor o padre o madre de los derechos que le asisten”, planteó.
Mientras, el senador Chayanne Martínez llevó el modelo de un feto y aseguró que también está en contra de los abortos.