Ya suman 36 las bajas en el gobierno de Ricardo Rosselló Nevares, agregando el despido de Priscila Rodríguez López, quien fuera coordinadora de eventos de Fortaleza, y la renuncia del presidente de la Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública (WIPR), Rafael Batista Cruz, pero podrían venir más.
Para el exprofesor de Administración Pública Mario Negrón Portillo, aunque las bajas son normales en cualquier Gobierno, la cantidad en este cuatrienio ha sido anormal y seguirán saliendo funcionarios en la medida en que la situación fiscal siga siendo crítica. “El problema más serio es que no hay luz al final del túnel”, dijo el catedrático aduciendo a la presión que reciben los servidores públicos, “aunque tengan las mejores intenciones”.
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Negrón Portillo también señaló que este panorama refleja la inexperiencia de miembros del equipo del Gobernador, “una crítica que siempre se hizo”.
Despidos y renuncias para evitar resolver controversias
Rodríguez López fue despedida por ayudar a coordinar la transportación de la boda que dejó a viequenses sin servicios de transportación. Pero a juicio del profesor, “esa instrucción un jefe de agencia no la puede recibir de un empleada de ese nivel”.
“El problema se queda ahí y no afecta más arriba. Por eso digo que vamos a seguir viendo bajas porque en la medida en que los issues no se resuelvan, como aquí no se están resolviendo, vamos a seguir viendo estos escándalos y van a seguir saliendo”, afirmó.
En el caso de Batista Cruz, renunció “por razones personales” a unas semanas de que Metro y Radio Isla revelaran irregularidades en contratos que otorgó. También mintió a este medio al afirmar que consultó su decisión con la Oficina de Ética Gubernamental, pero la entidad lo desmintió.