El barco que fue contratado por el Departamento de Estado para ingresar a Venezuela con más cargamentos de ayuda humanitaria llegó al límite entre las aguas internacionales y las aguas venezolanas, pero no han logrado entrar.
Entretanto, el gobernador Ricardo Rosselló avisó que el gobierno estatal y federal están pendientes a lo que pase.
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Al momento, al menos dos navíos de la Armada Bolivariana se encuentran vigilando de cerca el buque con artículos de primera necesidad, de acuerdo al periodista de Telenoticias José Esteves.
Anteriormente, se había informado que la marina venezolana había zarpado a interceptar el bote. Específicamente, el periodista del medio Diario Tal Cual, Víctor Amaya, dijo que había salido una fragata F-22 y dos patrulleros.
Esto coincide con lo que Esteves informó al indicar que una fragata se ha mantenido a siete millas náuticas, mientras que un bote patrullero se ha acercado hasta dos millas.
Otros periodistas y medios han confirmado la información, pues en Puerto Cabello —donde se suponía llegaría la embarcación— no ha llegado nadie.
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En horas de la tarde, Rosselló precisó que la intención de la isla era puramente humanitaria.
“Estamos siguiendo minuto a minuto desde Washington la situación en Venezuela y el curso de nuestra ayuda humanitaria para ese sufrido pueblo. El gobierno federal tiene conocimiento de la ruta de que lleva la embarcación con la ayuda humanitaria hacia Venezuela”, añadió.