Un total de 108 kilos logró bajar esta pareja de Colorado, Estados Unidos. Ahora parecen irreconocibles pero antes de su epifanía la base de su dieta era la comida chatarra. Pasaban sus tardes en los locales de comida rápida o pidiendo deliverys a la casa. Uno de sus atracones clásicos era la pizza, donde pedían una familiar para cada uno más refrescos, papas y postre. “Comprábamos dos pizzas, dos raciones de pan, alitas de pollo fritas picantes, postre, dos clases de postre, porque no se puede elegir una solamente, y refrescos, desde luego. En casa consumíamos cuatro cajas de refresco, y más cuando salíamos”. contó Tricia, la mitad de esta historia, a la revista People.
La otra mitad de esta pareja es Nick Hensley, y esta matrimonio logró bajar una gran cantidad de peso. Ella pesaba 126 kilos y él 120. Luego de su rutina ella, de 37, bajó 68 kilos y él, de 36, 40 kilos.
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Su mayor adicción eran los burritos, pero no a cualquieras. “Está este restaurante donde se ordena la comida y se la busca en el auto, abierto las 24 horas, y comprábamos este enorme burrito que hacen con cerdo, res, pollo, camarones, papas, y es realmente grande, y luego comíamos una quesadilla cada uno, y churros. Una locura”, aseguró.
Una dieta regalo del destino
El día que menos sospechaba, Tricia y Nick participaron de una rifa que les cambiaría la vida. El premio mayor era un programa todo pagado de un año para bajar de peso. Era 2017 y nutricionistas los ayudaron a alimentarse de manera adecuada.
“Todo lo que tenía que hacer era cumplir con el menú, lo cual es genial porque soy capaz de hacer planes y concentrarme”, contó Tricia. También contó que se le hizo sencillo por el orden. “No me desvié nunca. Tenía visión de túnel. Veía cómo bajaba, en un gráfico y en las fotos”, recordó.
Lo más importante era no salirse del protocolo y no consumir tres toxicidades que los expertos les prohibieron. Se trata de la pizza, los burritos y las bebidas azucaradas.
Aquí el irreconocible cambio: