SAN FRANCISCO — La mayor empresa de servicios de Estados Unidos, Pacific Gas & Electric Corp. (PG&E), se declaró en quiebra el martes mientras enfrenta posibles pagos millonarios por los daños causados por los incendios forestales en California.
La compañía presentó la documentación ante un tribunal para acogerse al Capítulo 11 pese a que investigadores estatales determinaron la semana pasada que sus equipos no fueron los responsables de un fuego de 2017 que causó 22 muertos en un condado vinícola del norte del estado.
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PG&E mencionó los cientos de demandas de víctimas por ese incendio y otros registrados en 2017 y 2018 antes este mes al anunciar sus planes para solicitar la bancarrota.
Entre los fuegos está el más letal del país en el último siglo, el de Paradise, que mató a al menos 86 personas y destruyó 15.000 viviendas en el municipio y en comunidades cercanas el pasado noviembre.
La causa de ese fuego sigue bajo investigación, pero las especulaciones se han centrado en la empresa luego de que reportó un problema en el tendido eléctrico cerca del lugar donde comenzaron las llamas y a la hora en la que se inició.
La declaración de quiebra suspende de inmediato las demandas por los incendios y las consolida en una corte de bancarrota donde, según los expertos legales, los afectados podrían recibir indemnizaciones menores.
Las víctimas de los incendios tienen pocas opciones de obtener daños punitivos o llevar sus reclamos ante un jurado en este tipo de tribunales. En su lugar, tendrán que lidiar con los acreedores de la firma, incluyendo los tenedores de bonos, para cobrar.
La activista Erin Brockovich, que ganó un famoso caso contra PG&E en la década de 1990, pidió a los legisladores de California que no permitan que la empresa se declare en quiebra ya que podría suponer menos dinero para las víctimas.