Tremendo jolgorio el que se formó este año en la cuadragésima novena edición de las Fiestas de la Calle San Sebastián.
El evento que comenzó el pasado miércoles y finalizó ayer, domingo, logró captar la atención del público durante todos los días de celebración al punto que tuvieron que cerrar el Viejo San Juan y el estacionamiento del Hiram Bithorn, en su último día, por la gran cantidad de público.
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“Extraordinarias. La cara de felicidad de la gente es impresionante. Hay un número que potencialmente llega a medio millón de personas en este día”, expresó ayer la alcaldesa Carmen “Yulín” Cruz Soto, quien decidió cambiar el horario de cierre de las fiestas por la amplitud del público que llegó hasta la isleta para festejar.
Cruz Soto añadió que los ánimos que recibió del público eran de gozo y celebración, contrario a las fiestas del pasado año cuando aún el país se recuperaba de los estragos del huracán María.
“Lo que sí es evidente es que ya esto es un festival de calibre internacional”, apuntó Cruz Soto aludiendo a los más de 40 mil turistas que participaron de las fiestas por la llegada de distintos cruceros que atracaron en el Viejo San Juan durante el evento.
La respuesta de la gente a la oferta musical, gastronómica y artesanal era, evidentemente, positiva. A pesar de la preocupación por la reciente ola criminal por la que atraviesa el país, el público llegó hasta allí para pasarla bien.
“Todo marchó bien. La gente estaba disfrutando y eso es lo que queremos”, destacó el comisionado José Caldero López, quien reconoció lo efectiva que fue la organización policiaca y de transporte durante las fiestas.
Sin duda, este año las fiestas lograron sentar una gran expectativa de cara a la celebración de sus 50 años de historia sirviendo como el gran centro de exposición de la cultura puertorriqueña en la isleta de San Juan.