Solicitar un crédito para pagar las deudas preexistentes es una tentación y un dilema para cientos de personas en México; quienes destinan hasta la mitad de su quincena –o más– al pago de sus tarjetas bancarias, cuentas pendientes o préstamos personales.
Maricarmen Lara Martínez, consultora en finanzas, explicó que seis de cada 10 mexicanos arrastran adeudos o se sienten agobiados –una o dos veces al mes– por la falta de recursos para liquidar sus compromisos financieros.
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Indicó que el inicio de año, el regreso a clases y antes de las fiestas decembrinas son los periodos de mayor riesgo para las personas afectadas; debido que las deudas preexistentes impiden hacer frente a los gastos de la temporada y la oferta de créditos personales se intensifica.
“Durante dichos periodos, la tentación de contratar un nuevo préstamo o aceptar los créditos que te ofrecen hasta en los cajeros automáticos se convierte un dilema; porque la gente no le ve fin a sus deudas y quiere o necesita comprar más, pero su quincena ya no alcanza.
“Es entonces, la pregunta recurrente es: ¿me conviene o no me conviene contratar un nuevo crédito para pagar mis viejas deudas?. La respuesta lógica sería: ¡no! No abras un hoyo para tapar otro.
“Pero, ¿qué pasa, si logras un acuerdo de reestructuración con tu banco, para congelar tu adeudo y liquidarlo en mensualidades cómodas e intereses fijos?; o ¿qué haces, si otra institución te ofrece saldar tus compromisos con un crédito más barato? ¡Claro que aceptas!”, apuntó la especialista.
Pros y contras del nuevo crédito
En una entrevista con Publimetro, Lara Martínez explicó que contratar un nuevo crédito; para salar dar deudas, tiene tres tres pros:
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- Primero: recuperar liquidez o algún porcentaje de tu quincena; siempre y cuando las mensualidades sean más cómodas y la tasa de interés sea menor.
- Segundo: administrar tus ingresos y elaborar una estrategia para no volverte a sobreendeudar. Esto se logra si elaboras un presupuesto, lo sigues al pie de la letra y guardas con llave tus tarjetas bancarias.
- Tercero: recuperas –poco a poco– tu tranquilidad económica; y aprendes a que no debes gastar más de lo que puedes pagar.
Pero, apuntó la especialista, sí sólo lo contratas un nuevo crédito para salir del paso, sin medir las consecuencias o analizar si te conviene, “ahorcaras a tu bolsillo; afectas tu historial crediticio, casi nadie te prestará en el futuro y, si lo hacen, te cobraran el doble de intereses”.
Recomendaciones
Para solicitar un segundo financiamiento y seleccionarlo de forma correcta, Gerardo Obregón, fundador y director general de la plataforma Prestadero.com, te recomienda:
1. Revisa tu capacidad de pago
Si no tienes el dinero para pagar el préstamo, entonces estás gastando más de lo que ganas. Lo que significa que no tienes ninguna planeación presupuestal.
2. Acércate al banco
Acudir al banco y plantear tu situación es una buena práctica para llegar a un acuerdo; y salir de esa deuda con mejores condiciones de pago; cuotas más bajas y plazos más amplios.
3. No dejes de pagar
Si solicitas un crédito con varias cuentas vencidas será imposible que te lo otorguen. El mejor momento para refinanciar tus deudas es cuando aparentemente no lo necesitas; porque debes demostrar que puedes seguir pagando tus créditos.
4. Busca mejores tasas
Pagar una deuda con otra deuda es conveniente, siempre y cuando las condiciones del préstamo nuevo sean mejores: interés más bajo y a tasa fija. No olvides los costos por apertura, el seguro de desempleo u otros cargos que merman la cantidad total solicitada.
5. Fondeo colectivo
En la actualidad, las empresas de crowdfunding son una mejor alternativa para saldar tus deudas que los bancos; por todos los ahorros que ofrece la tecnología y servicios tecnológicos del sector financiero.