NUEVA YORK — Sears logró una prórroga en su intento por evitar su total desaparición.
Su principal accionista y presidente, Eddie Lampert, ganó una subasta de bancarrota en Nueva York, según una fuente familiarizada con las negociaciones. La persona habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada para discutir el tema.
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En días recientes, Lampert había aumentado su apuesta a más de 5.000 millones de dólares.
Lampert, quien llevó a la compañía a una protección por bancarrota, podrá mantener abiertas las aproximadamente 400 tiendas Sears que quedan, lo que significaría que decenas de miles de empleos están a salvo. Por lo menos por ahora.
Sigue la interrogante de si Sears, fundada hace 132 años, podrá sobrevivir a la era de Amazon.
Sears presentó en octubre una solicitud de protección de bancarrota del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Entonces tenía 687 tiendas y empleaba a 68.000 personas. En su cúspide en 2012, llegó a tener 4.000 tiendas.
Lampert dice que la compañía todavía tiene potencial, incluso cuando batalla para competir no sólo con Amazon, también con Walmart, Target y las tiendas de gangas que han abierto su propio nicho.
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Bajo Lambert, Sears ha sobrevivido al segregar tiendas y vender marcas que se han convertido en sinónimo de la empresa, como Craftsman. Lampert también ha prestado su propio dinero e improvisado acuerdos para mantener a la compañía a flote, aunque los críticos dicen que lo ha hecho con el objetivo de beneficiar su fondo de cobertura ESL.
Hace cuatro años, la compañía creó un fondo de inversión para bienes raíces para obtener ingresos de su enorme cantidad de propiedades. Vendió y alquiló más de 200 propiedades a REIT, donde Lambert es un importante accionista.
Lampert es propietario de 31% de las acciones de Sears y su fondo de cobertura tiene una participación de 18,5 %, según FactSet.
Lampert fusionó Sears con Kmart en 2005, unos dos años después de que sacó a Kmart de la bancarrota. Juró regresar la grandeza a Sears, pero eso nunca sucedió.
La compañía, golpeada durante la recesión y superada tras ella al cambiar las tendencias del consumidor y ante fuertes rivales, no ha tenido un año rentable dese 2010 y ha sufrido 11 años consecutivos de disminución de ventas anuales. Lampert ha sido criticado por no invertir en las tiendas, que ya están avejentadas.