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La historia de las fiestas de la Calle San Sebastián

Este histórico evento comenzó como una celebración religiosa en el siglo diecinueve

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Las Fiestas de la Calle San Sebastián se han vuelto parte esencial de nuestra cultura. Estamos todo el año esperando por este fin de semana.

Estas fiestas son el cierre de una de las Navidades más largas del mundo, son tradición para muchas familias que se unen y llegan a San Juan temprano en la mañana y son la excusa perfecta para andar de pachanga por cuatro días corridos.

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Pero ¿a quién se le ocurrió hacer estas fiestas por primera vez?, ¿qué significan?

San Sebastián

Cada 20 de enero, la Iglesia Católica conmemora a San Sebastián.

Sebastián fue soldado del ejército romano y del emperador Diocleciano. El emperador desconocía que él era cristiano y lo nombró jefe de la primera legión de la guardia pretoriana imperial.

Eventualmente, fue acusado por su religión, pero se rehusó a renunciar a su fe. Por eso, fue condenado a morir asaeteado. San Sebastián fue convertido en un mártir. Su muerte data del año 288.

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El santo es invocado contra los enemigos de la religión. Además, representado atado a un árbol y herido por flechas es llamado “el Apolo cristiano” por ser uno de los santos más reproducidos por el arte en general.

Origen de las fiestas en Puerto Rico

Historiadores aseguran que el festival se celebra desde el siglo XIX, pero esto es algo difícil de confirmar. Lo que se sabe con seguridad es que en 1954, el padre Juan Manuel Madrazo, párroco de la Iglesia San José del Viejo San Juan, tuvo la idea de hacer un festival para recaudar fondos con el fin de restaurar la calle y ayudar a la parroquia.

Años después, el padre Madrazo fue trasladado a una parroquia fuera de San Juan, por lo que las Fiestas de la Calle San Sebastián se dejaron de celebrar.

Luego, a mediados del 1970, el historiador Ricardo Alegría le pidió a doña Rafaela Balladares de Brito, residente del Viejo San Juan, que reiniciara las fiestas ya que él entendía que San Sebastián merecía ser conmemorado por mostrar fidelidad a la fe y valentía ante el juicio. Ella y sus vecinos tomaron la idea de Alegría y comenzaron la celebración nuevamente. Esa vez para recaudar fondos para el Colegio de Párvulos.

Comparsa de los cabezudos

A la media mañana del tercer fin de semana de enero, se celebraba la primera procesión con la imagen de San Sebastián desde el Colegio de Párvulos hasta la Iglesia de San José, donde más tarde se celebraba la misa dedicada al santo patrón. Más tarde, se unían los cabezudos y los pleneros.

Los ya famosos cabezudos recrean momentos históricos y se representan personajes típicos puertorriqueños. Algunos de los personajes son doña Fela, el general, Diplo Toribio y la puerca de Juan Bobo. Este desfile llega hasta la Catedral de San Juan Bautista, ubicada en la calle del Cristo.

Música

La tradición era que a partir de las seis de la mañana, un grupo de músicos abría la celebración recorriendo las calles del Viejo San Juan para anunciar la celebración.

El conjunto muscial consistía en un pandero, un tambor de mano, un clarinete, una trompeta y un trombón.

Artesanías

Más tarde se añadió la exhibición de artesanos y artistas que se ha convertido en una de las partes más importantes de las fiestas. Se hacían exhibiciones de pinturas frente a la casa del pintor José Campeche (las pinturas de este eran también exhibidas).

Frente a la Casa Campeche, los pintores de la calle organizaban la exposición de pinturas y grabados al aire libre.

Decoración

En los comienzos de las fiestas, los residentes adornaban los balcones con flores hechas con papel, mantas con bordados de flores y muchas otras cosas llenas de colores.

Además de la decoración, las costureras de San Juan confeccionaban los trajes para las jóvenes que participaban en las actividades nocturnas.

Por último, un grupo de vecinas se encargaba de hacer platos típicos y doña Rafaela y doña Nidia Ríos de Colón preparaban la bebida “agualoja”.

“Agualoja es una bebida que consiste de 5 vasos de agua,12 oz. de melaza, 1 oz. de jengibre y 5 palitos de canela. Esta bebida era obsequiada al público.

Fecha

Durante los primeros años, las fiestas se celebraban durante dos fines de semana, el tercero y el cuarto. A diferencia de ahora, a partir de las seis de la tarde, la calle quedaba desierta.

En varias ocasiones se consideró cancelar esta celebración, pero doña Rafaela se negaba y aseguraba que el próximo año sería mejor… Y podemos decir que así ha sido.

Actualidad

Hoy, todos buscan la forma de llegar a la calle San Sebastián durante el tercer fin de semana de enero.

Niños, jovenes y adultos hacen las calles del Viejo San Juan suyas, llegando desde temprano en la tarde y regresando a sus casas cuando ya no aguantan más.

Muchas cosas han cambiado desde el comienzo de las fiestas. Sin embargo, algo sigue igual: la alegría, la fiesta, la música y la tradición siempre están presentes en la calle San Sebastián.

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