Dos personas fueron hospitalizadas el domingo tras un tiroteo afuera de un popular centro comercial de Utah, donde cientos de visitantes asustados se resguardaron hasta que la policía llegó a evacuar el edificio.
Un hombre y una mujer de veintitantos años de edad fueron baleados alrededor de la 1:30 de la tarde cerca de la entrada sureste del Fashion Place Mall en Murray, un suburbio al sur de Salt Lake City, informó el policía Kenny Bass. El hombre fue hospitalizado en condición crítica y la mujer se encuentra grave.
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La policía busca a tres sospechosos del tiroteo, afirmó Bass, y añadió que el incidente podría estar relacionado con pandillas.
Los agentes escoltaron a los visitantes hacia afuera con las manos en alto. El centro comercial es un lugar muy visitado en el corazón de la zona metropolitana de Salt Lake City, con tiendas que incluyen Crate and Barrel, Macy’s y Nordstrom.
Bass dijo que no se encontraron más víctimas ni sospechosos dentro del centro comercial.
Danielle Calacino, una empleada de Crate and Barrel, dijo a The Associated Press que vio gente salir corriendo del centro comercial después de que comenzó a sonar una alarma. Señaló que entre 10 y 12 empleados y unos 20 clientes se escondieron en el almacén de la tienda en el segundo piso. La policía los escoltó hacia afuera unos 40 minutos más tarde.
“La mayoría estábamos en silencio y muy impresionados”, dijo Calacino, una estudiante de 21 años de la Universidad de Utah.
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Dijo que se enteró del tiroteo por un mensaje en el sistema de intercomunicación, y de inmediato todos comenzaron a revisar sus teléfonos para saber más de lo sucedido. Algunos de sus amigos le escribieron para saber si estaba bien. Había personas llorando.
El Fashion Place Mall expresó en Twitter “tristeza profunda por el incidente” y gratitud por las labores de seguridad y de la policía de Murray.
Stella Fonseca, subgerente de Claire’s, dijo al periódico The Salt Lake Tribune que ayudó a crear una barricada en un cuarto trasero utilizando gabinetes de archivos y casilleros para que ella, otros empleados y cuatro clientes se resguardaran.
“Había una sensación de pánico”, afirmó.