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Detallan consecuencias de María en el Yunque

La precipitación fue el factor que más afectó a los árboles, según una científica de la Universidad de Columbia; este aspecto podría empeorar con el cambio climático

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Las concentraciones de nitrato en el Yunque aumentaron a niveles sin precedentes luego del paso del huracán María, según el panel Puerto Rico un año después: la huella duradera del huracán María, compuesto por varios científicos y profesores universitarios que presentaron los hallazgos de varias investigaciones en la conferencia anual de la Unión Americana de Geofísica en la capital federal.

Como consecuencia, dijo William H. McDowell, investigador de la Universidad de New Hampshire, existe un riesgo de que las desembocaduras de los ríos lleven dicho compuesto al mar, afectando diversos organismos como los corales.

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El grupo de científicos, quienes han realizado estudios longitudinales en los bosques del país luego de los huracanes Hugo, George y el meteoro del pasado año, realizó muestras constantes a los cuerpos de agua de nuestro bosque lluvioso.

En la conferencia, que se llevó a cabo el pasado 10 de diciembre y se transmitió  vía YouTube, McDowell estableció que antes de los ciclones Irma y María, el nivel de nitrato en las aguas del Yunque se mantuvo en niveles normales, así que hubo una diferencia en cuanto a los previos huracanes. Según ya una reseña del Connecticut Public Radio sobre la investigación, el alza en los niveles de nitrato se debe a la cantidad de hojas y ramas que cayeron en los cuerpos de agua del Yunque. 

Por su parte, María Uriarte, de la Universidad de Columbia, detalló la importancia del estudio longitudinal.

“El huracán María fue de una naturaleza muy distinta a las tormentas pasadas, pero estos eventos nos han dado una perspectiva de lo que hacen los huracanes en los bosques y una línea base para comparar el impacto de María”, sostuvo la científica.

Uriarte agregó que María maltrató o causó la muerte de unos 30 millones de árboles alrededor de la isla. Como parte de la pesquisa, los científicos determinaron que, durante los huracanes, la precipitación afecta más a la flora que los vientos.

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“Claramente, los bosques más grandes pierden más biomasa porque hay más biomasa que perder. Lo que fue sorpresivo es que no fue el viento, que es lo que pensamos que es lo más dañino de los huracanes para los bosques, sino que fue la lluvia”, aseveró Uriarte durante la conferencia.

Se espera, a consecuencia del cambio climático, que los huracanes sean más severos y frecuentes. Ante esto, la profesora de la Universidad de Columbia levantó bandera, ya que los bosques estabilizan el clima, previenen la erosión del suelo y son el hogar de muchas especies.

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