A pesar de que se registró una disminución de más de 10 mil estudiantes menos en las instituciones de educación superior en Puerto Rico, más alumnos comenzaron a recibir préstamos federales.
Así lo evidencia el informe estadístico sobre las universidades, recientemente publicado por el Consejo de Educación de Puerto Rico (CEPR), que establece que para el año académico 2017-18 se registró una matrícula de 216,742 estudiantes, lo que supone una baja de 10,513 estudiantes en comparación al año anterior (2016-17).
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Sin embargo, en medio de este decrecimiento en matrícula, que expertos apuntan a un efecto de la migración y baja natalidad, se ha registrado un aumento en la cantidad de alumnos que reciben préstamos federales. De acuerdo con el documento, para el año académico evaluado (2017-18), se reportan 59,079 recipientes, lo que representa un 27 % del total de universitarios. Esto es un aumento considerable al compararlo con los 55,226 del año académico 2016-17, que representaban un 24 % de los alumnos que había entonces.
El presidente entrante de la Asociación de Economistas, Heriberto Martínez, indicó a Metro que, ante las situaciones económicas, por usar la beca completa para el costo de estudio, “los estudiantes necesitan muchas veces recurrir a otras áreas de ingresos, como la familia, un empleo a tiempo parcial y, a veces, a tiempo completo, o el tercero, los préstamos federales”.
“De entrada, no es que sea negativo que el estudiante pueda endeudarse, el problema es cuando el estudiante prácticamente tiene que estar todo el periodo universitario con préstamos estudiantiles, y cuando termina y se gradúa y arranca su carrera profesional, empieza en -40 mil, con el crédito ya comprometido”, dijo Martínez. Destacó que deja como consecuencia que haya una restricción en el salario, que los jóvenes opten por emigrar a Estados Unidos, lo que significa una pérdida poblacional que genera problemas económicos en el país. “Los estudiantes hoy se sienten mucho más llamados a tomar préstamos y poder luego irse a un estado que los remunere bien y poder cumplir con la expectativa de pagar el préstamo”, planteó el economista. De hecho, comparó el costo por crédito de la Florida International University y las instituciones locales, al señalar que, al fijarlo con la mediana salarial de Puerto Rico y la de Florida, “cuando uno hace el análisis de costo beneficio, ya empieza a considerarse de manera seria el irse afuera a estudiar”.
A diferencia de los préstamos, el porcentaje de los beneficiarios de Beca Pell se mantuvo en el 73 % de los alumnos. El documento expone que 159,271 estudiantes reciben estos fondos federales.
El informe, además, reseña el estatus de las instituciones de educación superior, como las tasas de graduación, que en los recintos de la Universidad de Puerto Rico son mayores de 40 %w —con excepción de Utuado (21 %) y Bayamón (36 %)—, la Pontificia Universidad Católica (33 % a 39 %), Sagrado Corazón (36 %), Ana G. Méndez, (27 a 32 %), la Politécnica (24.9 %) y los recintos de la Interamericana (28 % a 40 %).
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Además, señala el documento que las áreas académicas preferidas son profesiones de la salud, administración y gerencia, servicios como artes culinarias y cosmetología, y educación.
A juicio del economista, si bien son carreras que tienen oportunidades de empleos en Puerto Rico, existe una disparidad salarial comparado con los ofrecimientos de Estados Unidos. “Puerto Rico es un mercado laboral abierto, y de Estados Unidos, están viniendo todavía hoy a hacer ferias de empleo para buscar maestros y enfermeras. Hay una campaña constante para reclutar médicos”, dijo Martínez en referencia a las carreras preferidas por los universitarios.