WASHINGTON (AP) — Los científicos han observado un impactante derretimiento de las regiones polares de la Tierra en épocas inesperadas, como el invierno, y lugares inesperados, como el oriente de la Antártida.
Nuevos estudios y reportes difundidos esta semana en una importante conferencia científica sobre la Tierra describen uno de los panoramas más desoladores hasta ahora del drástico y peligroso calentamiento en el Ártico y la Antártida. Los científicos de Alaska describieron el martes a The Associated Press problemas nunca vistos del derretimiento y problemas inusuales en invierno, incluido un permafrost en 25 lugares que nunca se volvió a congelar en este pasado invierno y la muerte masiva de vida silvestre.
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El martes, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) publicó su boletín anual internacional del Ártico, en donde detalla el segundo Ártico más caliente del que se tenga y más de una decena de problemas diferentes, incluido el nivel más bajo en la historia de hielo marítimo en partes del Ártico, aumento en brotes de algas tóxicas_ que suele ser problema de aguas cálidas _ y cambios climáticos en el resto del país que pueden atribuirse a lo que sucede en el Ártico.
“El Ártico experimenta una transición sin precedentes en la historia de la humanidad”, dijo el martes Emily Osborne, la principal autora del reporte y encargada de la investigación ártica de la NOAA.
El director del programa de ciencia ambiental de la Universidad de Colorado, Waleed Abdalati, quien fue director científico de la NASA y no participó en el reporte de NOAA o ninguno de los estudios, dijo que lo que sucede es grave.
“Es un nuevo Ártico. Hemos pasado de blanco a azul”, dijo Abdalati, científico de hielo. Dijo que normalmente no utilizaría la palabra “temeroso”, pero que aplica a lo que pasa.
Y eso significa otros problemas.
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“El calentamiento continuo del ambiente y océano árticos impulsa un gran cambio en el sistema ambiental en formas pronosticadas y también inesperadas”, dice el reporte de NOAA.
Uno de los problemas más notables fue el históricamente bajo nivel de hielo marítimo en el mar de Bering en 2017 y 2018, dicen los autores del boletín y otros científicos.
En febrero, en pleno invierno, el mar de Bering “perdió un área de hielo del tamaño de Idaho”, dijo Donald Perovich, profesor de ingeniería de la Universidad Dartmouth y coautor del boletín.
Es un problema porque el hielo marítimo más viejo y grueso se está perdieron, y hay 95% menos comparado con hace 30 años. En 1985, alrededor de una sexta parte de todo el hielo marítimo ártico tenía varias capas, ahora quizás sea una centésima parte, dijo Perovich.
El ornitólogo George Divoky, quien ha estudiado a los álcidos negros en la isla Cooper durante 45 años, notó algo diferente este año. En el pasado, 225 parejas de las aves marinas llegaban a la isla para anidar. El pasado invierno se redujo a 85, pero sólo 50 pusieron huevos y sólo 25 tuvieron nacimientos exitosos. Culpó a la falta de hielo marítimo invernal.
“Parecía un pueblo fantasma”, dijo Divoky.
Con el derretimiento general, sobre todo en el verano, los rebaños de caribús y renos han disminuido un 55% debido al calentamiento, y los moscos y parásitos que acarrea, dijo Howard Epstein, coautor del reporte de la Universidad de Virginia.
Pero no es sólo el Ártico. El nuevo radar espacial de la NASA, el Icesat 2, ya encontró en sus primeros dos meses que la plataforma Dotson de la Antártida occidental ha perdido más de 120 metros (390 pies) de grosor desde 2003. Es más que la altura de la Estatua de la Libertad, dijo el científico de radar Ben Smith de la Universidad de Washington.
“Hay un mensaje que nos da la Tierra”, dijo Abdalati. “Podemos optar por escucharlo o podemos optar por ignorarlo”.