La semana pasada las autoridades de la ciudad comenzaron a trasladar a los migrantes desde el refugio ubicado en el centro deportivo Benito Juárez a una nueva ubicación en El Barretal, justificando esta medida por las condiciones insalubres que se habían extendido por el complejo.
Aunque habían prometido no llevar a cabo ningún desalojo por la fuerza, los funcionarios públicos cortaron los servicios del centro deportivo Benito Juárez para obligar a los migrantes a abandonar el lugar.
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Sin embargo, muchos de los migrantes se negaron a trasladarse a las nuevas instalaciones, argumentando que se encuentra demasiado lejos de la frontera.
“Nosotros estábamos ubicados en aquella acera y tenemos que movernos a la calle. Pero nos estamos resistiendo, no queremos ir al refugio, preferimos estar cerca de la frontera y si nos vamos allí nos estamos alejando de la frontera, ese es el miedo de nosotros”, explicó uno de los migrantes que decidieron quedarse.
Más de 5.000 migrantes procedentes de América Central esperan junto a la frontera de los Estados Unidos después de viajar más de 4.000 km formando parte de una caravana humana. Su objetivo es tratar de conseguir asilo en los Estados Unidos para escapar de la pobreza y la violencia en sus países de origen.
Ruptly