Centenares de réplicas seguían sintiéndose en Alaska el sábado, un día después de que dos sismos fuertes causaron grietas en carreteras, suspensión de vuelos y pánico en la población de la ciudad más grande del estado.
El geofísico del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) Paul Caruso dijo que ha habido 545 réplicas, incluso la de 5,7 que se produjo casi inmediatamente tras el terremoto del viernes, de 7,0 de magnitud. Once de ellas han sido de 4,5 o más.
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Las réplicas deberán volverse más débiles y menos recientes en los próximos días, pero las autoridades no están seguras de cuándo cesarán, dijo Caruso.
El USGS dijo que el primer terremoto tuvo su epicentro unos 12 kilómetros (7 millas) al norte de Anchorage, con una población de 300.000 personas. La gente salió de sus oficinas corriendo o se refugiaron bajo mesas. La réplica de 5,7 se produjo cinco minutos más tarde, seguida por una serie de temblores menores.
“Nos aferramos el uno al otro. Ni siquiera era posible ponerse de pie”, dijo Sheila Bailey, quien estaba trabajando en la cafetería de una escuela secundaria al momento del terremoto. “Sonó y se sintió como si la escuela se estuviera desbaratando”.
Un gran tramo de una rampa de salida de una carretera cercana al aeropuerto de la ciudad se desplomó, dejando varado a un automóvil en una estrecha isla de pavimento rodeada de profundas grietas en el concreto. Varios vehículos chocaron en una importante intersección en Wasilla, al norte de Anchorage, durante el terremoto.
El jefe de policía de Anchorage, Justin Doll, dijo que se le informó que partes de la Autopista Glenn, una vía panorámica que recorre el noreste entre granjas, montañas y glaciares “desaparecieron por completo”. El tránsito en los tres carriles para salir de la ciudad iba sumamente lento y quedó prácticamente detenido la tarde del viernes, mientras que los vehículos de emergencia transitaban por el arcén.
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Las sacudidas destrozaron ventanales, derribaron objetos de repisas, abrieron grietas en un edificio de dos pisos en el centro de Anchorage, interrumpieron el servicio eléctrico e inhabilitaron los semáforos, causando problemas de tránsito. El terremoto provocó que un hombre fuera arrojado de una tina.
Todos los vuelos en el aeropuerto fueron suspendidos durante horas luego de que el sismo cortó el servicio telefónico y obligó a evacuar la torre de control. El oleoducto Alaska _ de 1.290 kilómetros (800 millas) de longitud_ también fue cerrado mientras se enviaban trabajadores a inspeccionar los daños.
Las clases fueron canceladas en Anchorage y se les pidió a los padres que recogieran a sus hijos mientras las autoridades examinaban las escuelas en busca de fugas de gas y otros daños.