El secretario del Departamento de Salud, Rafael Rodríguez Mercado, anunció el jueves, la designación de la licenciada Neysha Carmona Iglesias como la nueva directora Ejecutiva Interina del Hospital Pediátrico Universitario, Dr. Antonio Ortiz.
“Estoy consciente que es un momento difícil y sé que son muchos los retos, pero más que mi preparación académica, traigo mi juventud. Yo también soy madre. Tengo un niño de dos años y me identifico con los padres y los niños que están en el hospital. Entiendo a cada uno de estos padres que se han presentado en la prensa, porque todos deseamos que nuestros hijos salgan bien. Eso es precisamente lo que queremos, que todos los niños del hospital regresen a sus hogares con sus padres”, manifestó Carmona Iglesias.
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Explicó que su nombramiento interino surge como una de las medidas de transformación del Hospital Pediátrico por el titular de Salud y tras la renuncia del director ejecutivo, Ernesto Santiago Zayas.
Carmona Iglesia sostuvo que se reunió, el pasado martes, con personal directivo y administrativo del Hospital Pediátrico para luego dar un recorrido por las instalaciones de la institución hospitalaria. Sostuvo que reconoce los retos a los que se enfrenta.
Según explicó el secretario de Salud, desde antes del huracán María, se han estado desarrollando varias iniciativas de trabajo para el mejoramiento del hospital Pediátrico.
“Con la ayuda del Gobernador, Ricardo Roselló, logramos conseguir unos fondos para dar inicio a lo que sería el Centro de Imágenes para pediatría. Este proyecto se espera inaugurar en los próximos meses. El hospital cuenta con dos salas de cirugías adicionales pediátricas y un centro de imágenes. Tras el azote del huracán María, el área de NICU Sur se vio seriamente afectado, por lo que hubo que mover los niños al tercer piso del hospital. Esa área estuvo cerrada, pero ya está abierta gracias a las iniciativas de organizaciones sin fines de lucro”, manifestó.
Mencionó que las reparaciones de los danos sufridos por el paso del huracán han alcanzado cifras elevadas. A modo de ejemplo, el arreglo de los asesores requiere 1.2 millones de dólares. En adición una inyección económica de alrededor de más de 500,000 dólares para los demás arreglos estructurales.
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“El problema principal es que el seguro sólo nos pagó 11,000 dólares. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA), inicialmente nos asignó 900,000 dólares, luego bajó a 700,000 dólares y ahora va por 400,000 dólares porque contaban con que el seguro nos pagara la diferencia, pero eso no pasó. Ante esta situación, nos dimos a la tarea de comenzar nosotros a reparar. El 25 de octubre realicé una visita por iniciativa propia al hospital, junto con mi equipo de trabajo e identificamos daños que sumaban cerca de 170,000 dólares. Buscamos los fondos de diferentes cuentas y comenzamos a realizar reparaciones. Ya reparamos las torres de enfriamiento del hospital y enviamos a reparar la pieza que faltaba de NICU Sur. Se supone que dentro de tres o cuatro semanas esté funcionando el aire de esa área. En la actualidad abrimos el área con dos unidades de 50,000 BTU cada una y le añadiremos una tercera. Durante nuestra visita encontramos unas deficiencias en el hospital por lo cual decidí hacer unos cambios radicales”, explicó.
Con el propósito de tener información directa del hospital Pediátrico, el pasado lunes, 12 de noviembre, el titular de Salud acudió personalmente a las facilidades del hospital. Allí conversó con los padres de varios pacientes.
“Los padres con quienes hablé me dijeron estar contentos con el servicio y cómo sus niños están evolucionando. La queja que me dieron fue que a veces la temperatura del piso tres de pediatría a veces fluctuaba, lo cual ya fue reparado. Más allá de eso, no hubo mayores quejas”, expresó.
El secretario reconoció que una de las crisis que afecta al hospital es la necesidad de enfermeras, situación que afecta la gran mayoría de los hospitales en Puerto Rico debido a la emigración de enfermeras.
“Gracias al señor Gobernador y al secretario de la gobernación, el licenciado Raúl Maldonado, nos liberaron plazas. Al momento fueron liberadas siete plazas para el área de NICU. De hecho hoy tres enfermeras comenzarán a trabajar hoy”.
Según explica Rodríguez Mercado, ante las alegaciones reseñadas en los medios, el gobernador, Ricardo Roselló le ordenó que se llevara a cabo una investigación.
Por tal motivo, se ordenó un estudio de epidemiología, y de SARAFS. Ambos informes revelaron que no había ningún brote de infección. De hecho, el informe de mortalidad reflejó que de enero a octubre del 2018, el índice de mortalidad fue de 8 por ciento, el más bajo comparado con de años anteriores, a saber: el del 2015 fue de 13.9 por ciento, el 2016 fue de 13.7 por ciento y el año pasado, 11.2 por ciento.
La unidad de NICU del Hospital Pediátrico Universitario es la única unidad supraterciaria que hay en la Isla. Acuden los casos más difíciles de todos los hospitales.
“Atendemos casos de niños prematuros en el cual su sistema inmunológico no está desarrollado y sus pulmones no tienen una sustancia que los ayuda a respirar por sí mismos. Por lo cual, son niños, que además de ser prematuros, en su mayoría, vienen con condiciones congénitas que los predispone a tener diferentes tipos de complicaciones y condiciones”, manifestó el Titular.
“El menor que falleció el 8 de octubre de 2018 tenía dos meses de edad y 25 semanas de gestación. Sólo pesó al nacer 813 gramos. Su diagnóstico fue: extremo bajo peso, hemorragia intraventricular, enfermedad crónica pulmonar, entre otras. El cultivo de sangre al momento del fallecimiento fue negativo.
El segundo menor que falleció, el 5 de noviembre, tenía cuatro meses de edad, 24 semanas de gestación y con un peso de 630 gramos al nacer. Su diagnóstico fue prematures extrema, extremo bajo peso, hemorragia intraventricular, convulsiones y fallo renal, entre otras. El cultivo de sangre arrojó Klebsiella Neumonía.
El tercer menor que falleció, el 9 de noviembre, tenía 4 meses de edad, con 24 semanas de gestación. Pesó al nacer 700 gramos. Su diagnóstico fue: Prematures extrema, extremo bajo peso, hemorragia intraventricular, fallo renal y fallo multisistémico, entre otros. El cultivo de sangre al momento de su fallecimiento fue negativo. Con esto queda claro que de todos los fallecimientos, sólo uno tenía la bacteria”, añadió.
Por su parte, la subsecretaria de Salud, doctora Concepción Quiñones de Longo, sostuvo que la sobrevida de estos bebés tan pequeños y con tantas complicaciones, es baja, de un 20 por ciento. A veces pasan meses en la Unidad de Cuidado Intensivo, pero, desafortunadamente, no todos sobreviven.
El secretario de Salud sostuvo que el hospital Pediátrico está funcionando al 100 por ciento y que los padres pueden estar seguros de llevar sus niños allí para recibir atención médica y recibir un tratamiento de primera calidad.
“Siempre hemos estado pendiente al Hospital Pediátrico, desde antes y después del huracán. Para nosotros el Hospital Pediátrico no solamente es un hospital supraterciario, sino que es taller clínico para la residencia de pediatría. Contamos con todas las acreditaciones. Aparte del de la Joint Commission, los programas de residencia, cuando vienen a acreditar las residencias, pasan por las facilidades donde se lleva a cabo el entrenamiento a los residentes y fellows. Ellos deciden si las facilidades del hospital cumplen o no con los requisitos. Desde ese punto de vista, el hospital pediátrico cuenta con todas sus acreditaciones. Los intensivistas que tenemos son tan buenos que hasta hay un programa de fellowship acreditado en los Estados Unidos de neonatología”, concluyó.