Una nueva ola de enfrentamientos se produjo el domingo entre fuerzas israelíes y milicianos palestinos en la Franja de Gaza, dejando al menos seis palestinos muertos justo mientras Israel y Hamas parecían estar logrando avances para reducir la violencia en la frontera.
Hasta el momento se desconoce qué desató los repentinos choques nocturnos.
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En un comunicado, las Brigadas Qassam, el brazo armado de Hamas, indicaron que fuerzas encubiertas israelíes en un vehículo civil se infiltraron tres kilómetros (dos millas) al interior de Gaza y balearon de muerte a uno de sus comandantes. Entonces los milicianos descubrieron el automóvil y lo persiguieron, lo que a su vez generó ataques aéreos israelíes en los que murieron “varias personas”. Los enfrentamientos continuaban.
Las fuerzas armadas israelíes reportaron que había ocurrido un “intercambio de disparos” durante un operativo en Gaza, e indicaron que “todos los soldados de las Fuerzas de Defensa israelíes están de vuelta en Israel”. No dio más detalles.
Seis personas, incluidos al menos seis milicianos, murieron y siete resultaron heridas, señaló el Ministerio de Salud palestino. En Israel, las fuerzas armadas indicaron que habían interceptado dos cohetes disparados desde Gaza mientras las sirenas antiaéreas seguían sonando.
El primer ministro Benjamin Netanyahu, que se encontraba en una visita oficial a Francia, anunció que regresaría a toda prisa a Israel para enfrentar la crisis.
Los sucesos del domingo hicieron pedazos lo que parecía ser un punto de inflexión tras meses de sangre derramada en la frontera entre Israel y Gaza, con protestas semanales encabezadas por Hamas y en las que miles de personas han acudido a la frontera israelí. Más de 170 palestinos han muerto por fuego de Israel en las protestas fronterizas, en las que los palestinos les arrojaron piedras, neumáticos en llamas y granadas a las tropas israelíes.
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La semana pasada, Israel le autorizó a Catar a que entregara 15 millones de dólares en ayuda a Hamas, que gobierna Gaza y pasa apuros económicos. En respuesta, Hamas redujo la intensidad de la protesta fronteriza del viernes.
Horas antes el domingo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu defendió su decisión de permitir la transferencia del dinero catarí, y rechazó las críticas de que los fondos habían fortalecido al grupo extremista islámico.
Netanyahu les dijo a los reporteros que era “una medida correcta” en ese momento, y que estaba comprometido en restaurar la tranquilidad en la frontera entre Israel y Gaza y en evitar una crisis humanitaria en ese territorio palestino costero.
“Cada acción, sin excepción, tiene un precio”, afirmó. “Si no puedes manejar el precio no puedes ser líder. Y yo puedo manejar el precio”.
Los críticos israelíes, incluyendo a miembros de la coalición de línea duro, lo acusaron de capitular ante la violencia y de concederle alivio a Hamas para que supere sus problemas.
El presidente palestino Mahmud Abás, cuyas fuerzas perdieron el control de Gaza frente a Hamas en 2007, acusó a Estados Unidos y a Israel de estar involucrados en una “conspiración” para separar permanentemente a Gaza de Cisjordania. Prometió que en los próximos días tomará medidas contra Hamas, sin especificar en qué consistirán.
Abás teme que Estados Unidos se esté preparando para plantear un plan de paz, al que el presidente Donald Trump llama el “Acuerdo del siglo”, que dejaría a Hamas en control de Gaza, y Abás sólo tendría autoridad limitada en partes de Cisjordania.
“Vamos a tomar duras medidas (contra Hamas) en los próximos días”, afirmó.
“Hay una conspiración estadounidense, la cual es el ‘Acuerdo del siglo’, y hay una conspiración israelí para implementar el ‘Acuerdo del siglo’”, agregó. “Para mi consternación, hay otra conspiración de Hamas para frustrar el establecimiento del estado independiente”.
Abás habló en una ceremonia de conmemoración del 14to aniversario de la muerte del líder palestino Yaser Arafat.
Los líderes de Hamas describieron la llegada de los 15 millones de dólares, que un diplomático catarí les entregó la semana pasada en tres maletas, como su primera victoria importante tras más de siete meses de protestas semanales en la frontera.