La Facultad de Humanidades, del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, abre sus puertas para que los universitarios que deseen vivir y trabajar un año en Alemania tengan la oportunidad de orientarse sobre un proyecto singular.
Se trata del Programa CBYE (Congress-Budestag Youth Exchange), una iniciativa conjunta entre el gobierno alemán y el Congreso de los Estados Unidos, mediante la cual se le ofrecen pasantías de un año en Alemania a jóvenes estadounidenses entre los 18 y 24 años procedentes de distintos contextos culturales y/o étnicos. Los seleccionados son ubicados en hogares de familias alemanas, toman cursos de este idioma y realizan pasantías en áreas laborales de su interés.
PUBLICIDAD
Hasta el momento, solo cinco puertorriqueños han participado del mismo. Y Pedro Molina Parrilla, estudiante del Programa Graduado de Traducción del recinto riopedrense ha sido uno de ellos.
Molina Parrilla compartirá su experiencia en una actividad informativa sobre el programa CBYE, con el fin de motivar a más universitarios de participar del mismo. La orientación se llevará a cabo este próximo miércoles, 7 de noviembre, en el salón 123 del Edifico Luis Palés Matos (LPM) de 11:30 a. m. a 12:50 p. m.
La fecha límite para solicitar a este programa es el 1 de diciembre. Las personas interesadas podrán encontrar más información en la oficina de la Organización de Estudiantes de Lenguas Extranjeras (OLE), localizada en el Departamento de Lenguas Extranjeras de la Facultad de Humanidades, Edificio Luis Palés Matos, Piso 3.
Estudiante cuenta experiencia
A pesar de sentirse temeroso de vivir en un país del cual no conocía casi nada, el estudiante del Programa Graduado de Traducción de la UPR-Río Piedras, Pedro Molina Parrilla, pasó un año en Alemania, a través de la iniciativa Congress-Budestag Youth Exchange (CBYE), convirtiendo su experiencia en una gran aventura.
PUBLICIDAD
En el caso particular de Pedro, tras graduarse de bachillerato en Estudios Interdisciplinarios con una concentración en Escritura Creativa de la Facultad de Humanidades, decidió solicitar al CBYE con la idea de poder realizar un internado en una editorial alemana, siendo este país uno de los mercados más grandes de libros.
Además, le entusiasmaba el conocer otras culturas y constatar la pluralidad de perspectivas de la cual los seres humanos son capaces. Para su alegría, figuró entre las 75 personas que tendrían la oportunidad de aprovechar la experiencia a través de esta iniciativa, quienes fueron seleccionados rigurosamente entre un grupo de 750 solicitantes.
Aceptó lo que para él representaba un reto, y a partir de julio de 2017, batallando contra la barrera del idioma, el joven entusiasta vivió en varias partes de Alemania, como Saarbrücken y Múnich, donde se hospedó con familias autóctonas de este país. Durante su estancia, estudió alemán en el Carl Duiseberg Centrum y también edición de libros en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich (LMU). Asimismo, desde febrero de 2018 hizo dos prácticas. La primera, fue en la editorial Hueber Verlag, la cual publica mayormente libros de texto para el aprendizaje de idiomas. La segunda la realizó en Spotlight Verlag, otra editorial que publica material impreso y digital para el aprendizaje de idiomas, enfocándose principalmente en la publicación mensual de varias revistas.
“Siempre es importante tener una experiencia como esta, por lo menos una vez en la vida, porque te expones a otras maneras de ver el mundo. Y eso, en cualquier campo [de estudios] que estés, es importante”, expresó el estudiante sobre la iniciativa de CBYE. “En el ámbito profesional, te vas a construir, vas a aprender mucho. Allí, las compañías tratan de ponerte a trabajar de verdad, que lleves a cabo algo que te ayude a construirte en tu campo. También, por las diferencias culturales, sales de tu ‘comfort zone’ para aprender a ser un mediador y desarrollar competencias interpersonales, aspectos sumamente importantes en cualquier trabajo”, añadió.
Pedro afirma que fue uno de los mejores años de su vida, al catalogar esta experiencia como una enriquecedora y de pleno aprendizaje. “Es algo que te hace crecer. Crecí en tantos aspectos como persona y profesional, desarrollando competencias interculturales e interpersonales. Conocí a un montón de personas y ahora tengo amigos en ambos países (Estados Unidos y Alemania). Es un año en otro país, se puede escribir un libro de eso. Fue un año increíble”, concluyó.