La caravana de migrantes de Honduras ha aparecido en los titulares de América Latina y los Estados Unidos. Según los informes, México se encuentra “entre la espada y la pared”, ya que cientos están cruzando el territorio del país para llegar a los Estados Unidos.
El número de migrantes centroamericanos y sudamericanos que México tiene como refugiados ha aumentado en un 135 por ciento, según las cifras del Ministerio del Interior del país. Sin embargo, este no es el gran único movimiento migratorio.
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“La migración será uno de los problemas globales que definen el siglo XXI. Es un proceso históricamente normal e inevitable”, explicó a Metro Alexander Betts, profesor de migración forzada y asuntos internacionales en la Universidad de Oxford, Reino Unido.
El especialista, precisa que “actualmente hay casi 260 millones de migrantes internacionales en el mundo, en comparación con los 70 millones en 1970. Sin embargo, en general, la migración ha permanecido como una proporción relativamente constante de la población mundial en general: alrededor del 3.4% en la actualidad.
“Es un proceso históricamente normal e inevitable” Alexander Betts, experto en migración forzada de la Universidad de Oxford, Reino Unido.
La mayor parte de la migración es sur-sur (alrededor del 36%) o sur-norte (36%), y los movimientos migratorios más grandes son para la migración laboral, concebidos en términos generales, aunque las categorías y etiquetas de migración no siempre hacen justicia a la complejidad de los motivos de las personas”.
“Las categorías de migración son diversas y los motivos incluyen la unidad familiar, la educación y el estilo de vida. Las regiones más grandes de migración incluyen México-Estados Unidos, migración interna europea y trabajadores migrantes desde el sur de Asia a los estados del Golfo y Rusia. Los refugiados, personas que huyen de la persecución o violaciones de derechos humanos, comprenden 25 millones de personas (aproximadamente el 0.38% de la población mundial) y el 68% provienen de solo cinco estados frágiles:
Sudán del Sur, Afganistán, Somalia, Myanmar y Siria. La gran mayoría de los refugiados se encuentran en países de ingresos bajos y medios”, explica Betts.
Q&A
¿Cuáles son las consecuencias de un gran movimiento migratorio en Europa?
–En 2015, Europa recibió alrededor de 1 millón de migrantes. El grupo más numeroso eran refugiados que huían de la guerra en Siria. La mayoría fue a Alemania. En comparación con los movimientos de refugiados en los países en desarrollo, estas cifras deberían haber sido manejables para una Unión Europea de 28 países. Sin embargo, la falta de liderazgo político en el contexto del cambio económico estructural significó que los políticos populistas cada vez más criticaron la migración, culpando a los migrantes de una serie de desafíos económicos y sociales.
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En las zonas geográficas que se vieron más afectadas por las medidas de austeridad o por la pérdida de empleos de manufactura intensiva en mano de obra, los votantes frustrados se dirigieron cada vez más a los partidos nacionalistas populistas como Alternative fur Deutschland en Alemania. En el Reino Unido, la migración de votos Brexit fue uno de los temas más importantes para los votantes de Leave. Sin embargo, es importante tener claro que estas no son consecuencias inevitables de la migración, sino que se derivan principalmente de cómo se gestiona y se narra políticamente.
¿La migración genera más problemas u oportunidades?
– Países como Estados Unidos, Canadá y Australia se han construido sobre la migración. La movilidad humana puede tener enormes beneficios. Puede permitir a las empresas reclutar trabajadores en áreas de escasez.
Puede garantizar que los servicios públicos tengan suficientes doctores, enfermeras y maestros. También puede beneficiar a los países de origen al permitir que los trabajadores envíen dinero a casa como remesas. Puede permitir que las personas reciban una educación y luego regresen a casa con nuevas habilidades.
Ofrece beneficios culturales como restaurantes, música y deportes. Puede permitir que las personas que enfrentan crisis humanitarias o violaciones de derechos humanos huyan del peligro. En general, sabemos que la migración aporta beneficios económicos a las sociedades de envío y recepción. Sin embargo, también puede crear ganadores y perdedores; a veces ciertas partes de una sociedad receptora pueden sentir que sus trabajos están amenazados o que los precios de la vivienda están subiendo.
Es por eso que es importante contar con políticas de migración sostenibles que cuenten con un amplio apoyo público, así como con la satisfacción de las necesidades económicas y las obligaciones de derechos humanos. Sin ese apoyo, existe el riesgo de una reacción política de los políticos oportunistas.
Los movimientos de ultraderecha en todo el mundo se han pronunciado abiertamente contra la migración ilegal.
–La migración será uno de los problemas globales definitorios del siglo XXI. Es un proceso históricamente normal e inevitable. Para que las políticas de migración reciban un apoyo público generalizado, deben ser sostenibles, y eso significa trazar un curso entre los extremos de la puerta abierta y la puerta cerrada. Requiere un liderazgo político para garantizar que las políticas de migración sean éticas y beneficien tanto a los ciudadanos como a los inmigrantes
a largo plazo. También requiere que los políticos sean mejores en la articulación de las opciones de políticas migratorias para el público en general.
Solo una vez que se establezca un moderado centro de debate razonable, podremos evitar que el debate sea secuestrado por extremistas de derecha o izquierda.
Mientras tanto, debemos asegurarnos de encontrar formas de proteger a los refugiados y de las personas necesitadas o de la protección internacional, y
garantizar que nuestras políticas de migración sean humanas y respeten las normas de derechos humanos.
¿Cuál es la mejor manera de garantizar la protección de los refugiados?
–Los refugiados son una proporción relativamente pequeña de los migrantes en general. Sin embargo, los gobiernos de todo el mundo se han comprometido a garantizar que las personas que huyen de un daño grave puedan cruzar una frontera internacional en busca de seguridad. Hoy vemos
importantes movimientos de refugiados de países como Myanmar, Sudán del Sur y Venezuela.
Esas personas tienen el derecho absoluto de huir. Pero casi todos buscarán refugio en el país vecino, en lugar de embarcarse en viajes largos o peligrosos. Es
importante que todos los países compartan colectivamente la responsabilidad de proteger y ayudar a los refugiados. Esto debe implicar proporcionar asistencia humanitaria y de desarrollo a los países de acogida en las partes más pobres del mundo (países como Uganda, Jordania y Bangladesh)
para garantizar que puedan ayudar a los refugiados dejándoles trabajar y prosperar hasta que puedan, idealmente, ir a casa.
Pero también debe implicar compartir responsabilidades dejando que algunos refugiados sean reasentados en países occidentales, según sea necesario.
Esto es de importancia práctica para garantizar que las personas atrapadas en el limbo no permanezcan indefinidamente en los campamentos. Pero también tiene una importancia simbólica: si los países ricos no están preparados para ofrecer refugio a los refugiados, existe el riesgo de que los países más pobres también puedan cerrar sus puertas.