WASHINGTON — El presidente Donald Trump declaró que si los republicanos sufren una aparatosa derrota en las elecciones legislativas de noviembre, no será culpa suya, y aseguró que su respaldo más bien está ayudando a los candidatos de su partido.
En una amplia entrevista con la AP, Trump aseguró que el entusiasmo entre sus partidarios es comparable al que hubo en la campaña presidencial del 2016, y expresó cauteloso optimismo de que sus incondicionales irán a las urnas a pesar de que él no es el candidato.
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Cuando se le preguntó si aceptaría algo de responsabilidad en caso de que los republicanos pierdan, Trump respondió: “No, yo creo que estoy ayudando a los candidatos”.
Añadió: “Y debo decir, hemos tenido un gran impacto. Creo que nadie jamás ha tenido tanto impacto como éste. Antes, un candidato, si recibía el respaldo del presidente, decía que era algo bueno, pero en realidad ello no surtía efecto alguno, cero, literalmente cero. Algunos de los candidatos a los que yo le di apoyo han subido 40 o 50 puntos en las encuestas solo en base a ese apoyo”.
Trump, quien habló sobre varios temas, defendió a Arabia Saudí a pesar del caso de la desaparición de un periodista de ese país; acusó a su ex abogado Michael Cohen de mentir bajo juramento y se mostró impenitente tras insultar con el epíteto “cara de caballo” a Stormy Daniels, la actriz porno que dice haber tenido una relación sexual con él.
Cuando se le preguntó si era apropiado insultar a una mujer por su apariencia física, Trump respondió: “Usted puede interpretarlo como quiera”.
Trump estuvo toda la entrevista sentado detrás de su escritorio en la Oficina Oval, con los brazos cruzados, flanqueado por asesores como la secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders y el director de comunicaciones Bill Shine. La asesora Kellyanne Conway estaba sentada en un sofá a poca distancia.
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La entrevista se realizó en momentos en que el gobierno de Trump está bajo intensa presión para condenar a Arabia Saudí por la desaparición del periodista Jamal Khashoggi. En lugar de ello, Trump defendió a los saudíes, advirtió que no hay prueba de culpabilidad y comparó el asunto con el caso de Brett Kavanaugh, quien fue nominado y luego confirmado a la Corte Suprema pese a denuncias de agresión sexual cuando era adolescente.
“Pues creo que tenemos primero que averiguar qué fue lo que pasó”, dijo Trump. “Otra vez se está dando eso de decir que alguien es culpable a menos que se pruebe lo contrario. Eso no me gusta. Acabamos de verlo con el juez Kavanaugh y él era totalmente inocente”.
Cuando faltan pocas semanas para los comicios, los demócratas se muestran esperanzados de poder tomar control de la Cámara de Representantes, mientras que los republicanos creen que podrán retener el control del Senado.
Trump ha estado en una intensa campaña para arengar a sus seguidores más férreos. Aseguró que en su opinión está haciendo una buena labor, pero reconoció que algunos republicanos no van a ir a votar porque él no es candidato.
“Hay muchos que me han dicho, ‘Yo no voy a votar en las legislativas porque usted no es candidato y a usted no le gusta el Congreso’, pero el hecho es que a mí sí me gusta el Congreso”, declaró.
Cuando se le preguntó qué hará si los demócratas toman control de la cámara baja e inician investigaciones en su contra, ya sea para destituirlo u obligarlo a revelar sus declaraciones der impuestos, Trump contestó: “Yo lo manejaré muy bien”.
Trump dijo que Pat Cipollone, un abogado radicado en Washington, será el próximo asesor legal de la Casa Blanca y que en las próximas semanas nombrará un reemplazo para la embajadora ante la ONU Nikki Haley. Reiteró su frustración con el secretario de Justicia Jeff Sessions debido a que permitió la investigación especial sobre sus vínculos con Rusia, afirmando: “Yo lo puedo despedir cuando quiera, pero yo no he dicho que lo voy a despedir”.