Un día como hoy, hace cien años, Puerto Rico sufrió el peor terremoto —hasta ahora— de su época moderna. Como consecuencia del siniestro, que generó mayores pérdidas en el área oeste del país, hubo un cambio en nuestro tejido social que puede ser desconocido para las nuevas generaciones.
En el marco de la conmemoración de este evento, y siendo la isla aún más vulnerable por el aumento en la población y la infraestructura, los expertos recalcaron la importancia de rememorar la historia.
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“Al pasar 100 años, dos generaciones no han sentido lo que es un evento [terremoto] fuerte. Lo que pretendemos es mostrar la realidad de lo que pasó en aquel momento, para mejorar nuestros planes de emergencia, de recuperación y, por si ocurre otro desastre, estar preparados”, sostuvo Víctor Huérfano, geólogo y director de la Red Sísmica de Puerto Rico.
El terremoto, contó por su parte Christa von Hillebrandt Andrade, directora del Programa de Alerta de Tsunamis de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), tuvo su epicentro en el cañón de isla de Mona. El sismo, continuó la también geóloga, fue de magnitud 7.3 en la escala Richter, una fuerza solo un poco menor al ocurrido en Indonesia el pasado dos de octubre. Aunque se sintió de punto a punto en toda la isla, los efectos más poderosos se concentraron en Mayagüez, Aguada, Aguadilla e Isabela. Para rematar el golpe, hubo réplicas y un tsunami de unos 20 pies que arropó la costa.
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“Hay personas que relataron que, en vez del río fluir de la tierra al mar, fue al revés, el mar entró por el río”, contó von Hillebrandt Andrade
A consecuencia de lo sucedido, unas 116 personas perdieron la vida. No obstante, la funcionaria aseguró que sobrevivientes del evento advirtieron que fueron más, teoría que ella ve posible porque, en aquel momento, un gran número de ciudadanos no era parte de los registros del Estado.
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A consecuencia de los daños, el proceso de reconstrucción fue complejo. Las pérdidas, detalló la geóloga, se estimaron en unos $4 millones, cifra similar al presupuesto consolidado del Gobierno de Puerto Rico de aquel entonces. “Por la difícil situación, mucha gente se fue a vivir del área oeste a San Juan”, afirmó la científica. En términos geográficos, también hubo cambios. “En Mayagüez, hay un lugar que antes estaba bajo agua, pero, después del terremoto y el movimiento de la tierra, se creó un nuevo sector, ahora se llama El Seco”, explicó.
Actualmente, en Puerto Rico hay unas 600,000 personas que viven en áreas propensas a inundación por tsunamis. Solo en Mayagüez la cifra de personas en zonas de peligro suma unas 20,000 en comparación con las 2,000 que residían en 1918, sentenció.
Ante esto, Huérfano urgió a las comunidades a “empoderarse”. Más allá de los cambios en política pública, el profesor del Recinto Universitario de Mayagüez considera que la población debe recordar el terremoto de hace un siglo para revisitar sus planes de emergencia y estar al tanto de los mapas de desalojo.
Algunos terremotos más fuertes de la historia
• Haití|12 de enero de 2010
• Indonesia | 26 de diciembre del 2004
• Japón|11 de marzo del 2011
• Chile|27 de febrero del 2010
Fuente: El Universal/Servicio Geológico de los Estados Unidos