WASHINGTON — La nueva Corte Suprema de Estados Unidos, de mayoría conservadora, se subirá el estrado el martes cuando Brett Kavanaugh, confirmado por un estrecho margen tras una amarga batalla en el Senado, se una a sus colegas para escuchar sus primeros argumentos como juez del tribunal.
Kavanaugh aparecerá el martes por la mañana de detrás de las cortinas de terciopelo rojo de la sala y ocupará su asiento junto a sus ocho compañeros. Será un momento con el que los conservadores han soñado durante décadas, con cinco magistrados de sólidas convicciones conservadoras en la banca.
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El predecesor de Kavanaugh, Anthony Kennedy, quien se retiró en junio, tenía un perfil más moderado y en alguna ocasión se alineó con los cuatro jueces liberales del organismo. Se espera que Kavanaugh, por el contrario, tenga un voto más claramente conservador, escorando la corte hacia la derecha por primera vez en décadas y dejando al presidente del tribunal, John Roberts, como el magistrado más proximo al centro ideológico.
Con los jueces sentados por antigüedad, los dos nominados del presidente Donald Trump flanquearán la bancada: Neil Gorsuch en un extremo y Kavanaugh en el opuesto. Los observadores estarán pendientes de si el nuevo miembro hace preguntas durante las argumentaciones y, en ese caso, qué pregunta. También habrá quienes busquen signos de la acalorada contienda bipartidista para la confirmación de Kavanaugh. Pero es probable los jueces, que suelen destacar sus esfuerzos para trabajar juntos como un cuerpo colegiado, se centren en los casos que tienen delante.
Los republicanos esperaban confirmar a Kavanaugh a tiempo para que se uniese a la corte el 1 de octubre, coincidiendo con el inicio del nuevo curso. En cambio, el exmagistrado de la Corte de Circuito de D.C. se perdió la primera semana de deliberaciones mientras el Senado estudiaba una denuncia por agresión sexual a una mujer cuando estudiaba secundaria, una acusación que negó categóricamente.
Kavanaugh fue confirmado por 50 votos a favor y 48 en contra el sábado, en la votación más ajustada desde 1881, y ha tenido tres ajetreadas jornadas desde entonces. El sábado en la noche juró su cargo en una ceremonia privada en la Corte Suprema, mientras los manifestantes coreaban lemas en el exterior del edificio.
Y el lunes en la noche fue el invitado de honor en una toma de posesión ceremonial en la Casa Blanca. Trump se disculpó entonces en nombre de la nación por “el terrible dolor y sufrimiento” que pasaron Kavanaugh y su familia y declaró “probado” que era inocente. El magistrado, por su parte, aseguró a los estadounidenses que sería justo y que aceptaba el puesto “sin rencores”.
Está previsto que la Corte Suprema escuche el martes dos horas de argumentos sobre dos casos con largas penas a reincidentes, lo mismo que ocurrirá el miércoles, el único otro día de vistas esta semana. Uno de los dos casos de ese día implica a la detención de inmigrantes, un asunto en el que el voto de Kavanaugh podría ser clave.